
Uno de los sospechosos detenidos por la policía.
MADRID.- La policía española sospecha que por lo menos seis marroquíes participaron en los atentados contra la red ferroviaria de Madrid, y una investigación internacional se concentra cada vez más en la hipótesis de que el ataque fue perpetrado por milicianos islámicos, posiblemente vinculados con al-Qaeda.
El principal sospechoso bajo custodia es el inmigrante marroquí Jamal Zougam, a quien el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ha identificado como seguidor de Imad Yarkas, el presunto líder en España de una célula de al-Qaida, que sigue encarcelado bajo sospecha de colaborar en los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
La policía cree que los otros cinco marroquíes detenidos participaron en los ataques ferroviarios del jueves en Madrid, indica el martes el diario madrileño El País, una información que el gobierno confirmó ni desmintió.
Dos personas que viajaban en uno de los trenes atacados han dicho que Zougam estaba a bordo poco antes de que comenzaran las explosiones, de acuerdo con El País.
Ante los indicios de que los atentados fueron cometidos por extremistas islámicos que operan y tienen cómplices en varios países, los agentes del FBI están ayudando a que la policía española utilice huellas digitales y nombres para completar el expediente de Zougam y otros cuatro sospechosos detenidos, dijo un funcionario policial estadounidense en Washington.
La policía española ha detenido también a dos marroquíes y dos indios, sin explicar cuán habría sido su participación en los atentados. Los países europeos buscaban en sus bases de datos cualquier información que pudiera ayudar a esclarecer el caso.
"Es cada vez más probable que los extremistas islámicos hayan estado involucrados en estos ataques. En términos de asignación de responsabilidades, no hay nada claro", dijo un funcionario estadounidense, quien solicitó permanecer en el anonimato. "No está claro cuáles eran estos grupos".
La posible relación entre los atentados de Madrid y Casablanca ganó el martes credibilidad después que el investigador francés Jean Charles Brisard dijo que descubrió una relación directa entre Zougam y Mohamed Fizazi, un líder espiritual de Salafia Jihadia, que al parecer estuvo conectada con los ataques de Marruecos y que ha sido ligada a la red terrorista al-Qaida de Osama bin Laden.
En una llamada telefónica con Yarkas que interceptó la policía española en agosto del 2001, Zougam indicó que se reunió con Fizazi, una de las 87 personas condenadas en agosto en Marruecos por los ataques de Casablanca. Fizazi recibió una condena de 30 años.
Esa conversación telefónica es mencionada en un informe producto de una investigación presidida por Garzón, dijo Brisard a la AP. Brisard tiene acceso al sumario de Garzón porque colabora en la investigación del 11 de septiembre por encargo de los abogados de las familias de algunas de las víctimas.
Zougam está además posiblemente relacionado con Abu Musab al-Zarqawi, dijo un funcionario marroquí. Al-Zarqawi trabaja con al-Qaida y ha sido culpado de ataques en Jordania, Irak y en otros lugares.
Los otros dos marroquíes detenidos son el hermanastro de Zougam, Mohamed Chaoui, de 34 años, y Mohamed Bekkali, de 31.