SANTIAGO.- El representante y jefe de la misión de estabilización de Naciones Unidas en Haití, el chileno Juan Gabriel Valdés, afirmó hoy que la prioridad en ese país es la seguridad, pero sin descuidar las tareas humanitarias y de fortalecimiento de la democracia.
En entrevista con Radio Cooperativa desde Puerto Príncipe, el diplomático chileno, representante especial en la nación caribeña del secretario general de la ONU, Koffi Annan, definió como "multifacética" la tarea que asumirá el próximo 16 de agosto para revertir la situación "extraordinariamente difícil" que enfrenta la nación caribeña.
Valdés, hasta ahora embajador de Chile en Argentina, anunció que asumirá sus labores el próximo 16 de agosto, tras pasar un par de semanas en Buenos Aires y Santiago.
"El Consejo de Seguridad ha establecido que la primera tarea es la seguridad, y eso es absolutamente cierto, ya que se requiere dar al pueblo haitiano, a quiénes quieren trabajar, a quiénes desean organizar actividades mínimas de subsistencia, tener la paz y tranquilidad para poderlo hacer", manifestó Valdés.
El diplomático también subrayó que en Haití se requiere "reorganizar el sistema político, el proceso electoral y organizar un diálogo de los partido políticos. Eso también requiere seguridad", recalcó.
Explicó que para estas tareas es necesario el aumento del número de efectivos extranjeros en la nación caribeña, que actualmente asciende a 2.400 y que en diciembre llegará a 6.700.
El representante de la ONU agregó que la labor de las fuerzas de paz, además de las tareas de seguridad es también "ayudar a la población a ponerse de pie".
"Aquí estamos en una tarea multifacética, en la cual hay medidas de seguridad para desarmar a aquellos que todavía tienen armas y piensan en temas de violencia, y al mismo tiempo hay que ayudar a la población a ponerse de pie y al gobierno a lanzar un proceso electoral que le dé legitimidad al sistema", sostuvo.
Valdés afirmó, asimismo, que la ONU debe trabajar con rapidez para satisfacer las necesidades inmediatas de los haitianos, ya que de lo contrario puede generar un distanciamiento de la población con Naciones Unidas.
"Si no ven un apoyo a sus necesidades inmediatas naturalmente que se produce un distanciamiento de la gente con la fuerzas militares, se produce un distanciamiento con Naciones Unidas, y se va a perder eso que hay hoy día que es una enorme ilusión", dijo.
El enviado de la ONU agregó que es alentador el compromiso de la comunidad internacional con la reconstrucción de Haití.
"La comunidad internacional ha destinado 1.300 millones de dólares para un programa de dos años en Haití que ha sido ya preparado, que ha sido trabajado por los organismos internacionales, con la conducción del gobierno haitiano", explicó y agregó que espera que "las promesas se concreten".
El diplomático anunció que viajará este miércoles a Buenos Aires para despedirse de las autoridades de ese país, tras lo cual pasará algunos días en Santiago antes de partir nuevamente a Haití.
Valdés se hará cargo de la misión de la ONU en Haití un día antes del inicio de la visita a ese país de los presidentes de Brasil y Uruguay, Luiz Inácio Lula da Silva y Jorge Batlle, respectivamente.
