BUENOS AIRES.- Tras el escándalo diplomático desatado por la negativa de Cuba a permitir el viaje de la médica cubana Hilda Molina Morejón a la Argentina para visitar a su familia, su nuera y dos nietos accedieron ir a la isla a principios de mayo, informó el martes su abogado.
En cambio, su hijo cubano Roberto Quiñones, al que Molina no ve hace diez años, no viajará a La Habana por falta de garantías. "El 2 de mayo viaja la mujer de Roberto Quiñones y sus dos hijos, Roberto Carlos y Juan Pablo, a Cuba", dijo en conferencia de prensa el abogado que los representa, Eduardo Valdes. Los tres son argentinos y no conocen en persona a Molina.
Quiñones, un médico que desde 1994 reside en Buenos Aires, seguirá sin poder ver a su madre ya que según su abogado no tiene garantías por parte del gobierno cubano de poder regresar luego a Buenos Aires.
El gobierno argentino había intercedido por la familia ante el presidente cubano Fidel Castro para que permita la salida de Molina. Pero Castro no dio el brazo a torcer y en cambio le ofreció a Quiñones viajar a la isla.
El caso no sólo tensionó las óptimas relaciones que desde hace dos años mantienen ambos países sino que también desencadenó una crisis interna en el seno de la diplomacia argentina que derivó en la salida de dos funcionarios y hasta puso en riesgo la continuidad del canciller Rafel Bielsa.
Molesto con la forma como se manejó el episodio, el presidente argentino Néstor Kirchner pidió la renuncia del jefe de asesores de la cancillería, Eduardo Valdés, hoy abogado de la familia Quiñones, y del embajador argentino en la isla, Raúl Taleb.
