BOGOTA.— El Presidente Álvaro Uribe celebró el sábado una reunión de emergencia con sus comandantes militares, luego de que la guerrilla lanzara una serie de ataques y causara graves bajas a las tropas.
Uribe convocó a una junta extraordinaria con los comandantes de fuerza para examinar la situación de orden público en el país para tomar medidas que permitan contrarrestar los embates de la guerrilla.
El mandatario permanece en la casa de huéspedes ilustres en el puerto turístico de Cartagena, convaleciendo de una afección del oído que le ha impedido viajar por avión de nuevo a Bogotá.
Los ataques insurgentes han dejado cerca de 50 militares muertos en las últimas semanas, debido, según investigaciones castrenses, a exceso de confianza, fallas en las comunicaciones y faltas de disciplina.
La arremetida de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se inició el primero de febrero con un ataque al puesto naval de Iscuandé, al suroeste del país, que dejó 16 infantes de marina muertos y 25 heridos.
Al día siguiente, ocho soldados cayeron en el Putumayo, al suroeste del país, cuando el transporte en el que viajaban fue atacado con explosivos.
Esta semana los guerrilleros mataron 19 soldados en una zona selvática en Mutatá, un municipio al noroeste del país.
"La escalada de las FARC es una voz de alarma. El enemigo está vivo y coleando", escribió en el diario El Tiempo -el más grande de Colombia-, la columnista Lucy Nieto de Samper. "Y las Fuerzas Armadas no son suficientes para repeler los ataques", añadió.
En un comunicado de las FARC publicado en su página de la Internet, señalaron que otros nueve soldados habían caído en el área rural de Anorí, también al noroeste de Colombia. Indicaron que dos guerrilleros murieron en este combate.
Los Estados Unidos han entregado a Colombia 3.000 millones de dólares desde el año 2000, sobre todo en ayuda militar para combatir el narcotráfico y a los rebeldes.
Colombia produce la mayoría de la cocaína del mundo así como heroína. Las FARC y un puñado de grupos paramilitares controlan la producción y el envió de grandes cargamentos de droga.
