MADRID.- La policía española arrestó a tres marroquíes sospechosos de haber patrocinado los atentados del año pasado en trenes de Madrid y de haberles proporcionado armas a personas acusadas de realizar los ataques, dijeron funcionarios el martes.
Los arrestos fueron realizados el lunes, dos de ellos en Madrid y uno en la sureña ciudad de Granada, dijo la policía. Los atentados del 11 de marzo del 2004 dejaron 191 muertos y más de 1.500 heridos. Hasta ahora, 26 personas han sido detenidas con relación al caso, aunque 70 mas han sido interrogadas y luego dejadas en libertad, aunque se les considera todavía como sospechosas.
Los ataques fueron reivindicados en grabaciones en vídeo por militantes que dijeron haber actuado a nombre del grupo terrorista al-Qaida, como venganza por la presencia de tropas española en Irak.
La policía dijo que los tres detenidos son sospechosos de traficar con armas y drogas y que varias residencias fueron allanadas la noche del lunes, como parte de las investigaciones que condujeron a los arrestos.
Los sujetos fueron identificados como Mourad Bhar, de 20 años; Abdelkhalak Chergui, de 29, y su hermano Abdelhak, de 32.
La policía dijo en un comunicado que Bhar era un narcotraficante que supuestamente canalizaba sus ingresos a la célula que llevó a cabo el atentado en Madrid, además de compartir un departamento con dos sospechosos del ataque, antes y después de la masacre.
Abdelkhalak Chergui tiene lazos con sospechosos como Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, quien sería el ideólogo del grupo. Las autoridades dicen que Fakhet era uno de los siete sospechosos que se suicidaron al hacer explotar cargas colocadas en sus cuerpos en un departamento de los suburbios de Madrid el 3 de abril del 2004, mientras agentes especiales se preparaban para arrestarlos.
Chergui también vendió drogas y armas, además de supuestamente proporcionales armamento a los miembros de la célula terrorista, además de dinero para los ataques, indicó la policía.
El hermano de Chergui, detenido en Granada, era un estudiante de ingeniería electrónica y sus conocimientos en el campo pudieron haber sido empleados para preparar teléfonos celulares como detonadores para las 10 bombas colocadas en el sistema ferroviario madrileño, dijo la policía.
