Rebeldes del grupo islamista Ansar Dine montan guardia cerca de la célebre ciudad de Timbuctú.
APNUEVA YORK/DAKAR (Senegal).- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió este jueves el "rápido despliegue" de una fuerza internacional en Mali mientras los insurgentes yihadistas que ocupan el norte de ese país africano inician una intensa ofensiva hacia la capital.
Los rebeldes avanzaron en territorio aún controlado por el gobierno de Bamako y ocuparon la localidad de Konna, punto clave que permanecía en poder de las tropas gobiernistas desde hace meses.
El ejército de Mali sufrió fuertes pérdidas y retrocede luego de la derrota, según informes conocidos el jueves.
La ONU reconoció este jueves el "grave deterioro de la situación en el terreno", y solicitó a los estados miembros del organisom "ayudar a las fuerzas de seguridad malíes a reducir la amenaza que representan las organizaciones terroristas" que controlan el norte del país.
El Presidente del Mali, Dioncounda Traoré, solicitó ayuda internacional, especialmente francesa, contra los islamistas. El jefe de Estado envió cartas al secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, y al Mandatario galo, François Hollande.
La secretaria general adjunta de la ONU y directora de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, había advertido este miércoles sobre el agravamiento de la situación en ese país y pidió asociar a las mujeres en la búsqueda de la paz.
Demanda por "Azawad"
Los insurgentes yihadistas se posesionaron del norte del país luego del golpe de Estado ocurrido en marzo del año pasado que derrocó al Presidente Amadou Toumani Toure. En dicha área se encuentran las históricas ciudades de Timbuctú y Gao.
La extensión de la insurrección tuareg en esa zona, donde los rebeldes reivindican el establecimiento del "Estado de Azawad", llevó al fortalecimiento de agrupaciones radicales islámicas a las que se vincularían activistas ligados a Al Qaeda.
En junio, las milicias islamistas de las agrupaciones Ansar Dine y Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (Mojwa) derrotaron a las fuerzas del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), formada por "nacionalistas" tuareg.
Ambos grupos armados norteños defienden la aplicación de la sharia (ley islámica). Observadores denuncian que los insurgentes han cometido lapidaciones, amputaciones y violaciones masivas, entre otros abusos.
Al mismo tiempo, los milicianos están destruyendo varios monumentos culturales en Timbuctú por considerarlos "contrarios al Islam".
