NUEVA YORK.- El gobierno estadounidense demandó este viernes, por segunda vez en tres días, al gigante farmacéutico suizo Novartis, al que se acusa de aplicar sobornos a médicos y farmacéuticos para que prescribieran medicamentos de la empresa.
"El departamento estadounidense de Justicia interpuso una segunda demanda civil contra Novartis Pharmaceuticals alegando sobornos pagados por la empresa a los profesionales de la salud", señaló esa dependencia federal en un comunicado.
Uno de los temas cruciales tras la ofensiva judicial del Ejecutivo estadounidense se relaciona con los programas federales de cobertura médica Medicare y Medicaid, destinados a las personas mayores o de pocos recursos financieros.
La demanda afirma que las prácticas emprendidas por Novartis implicaron el gasto "de millones de dólares en peticiones de reembolso derivadas de la corrupción", denunció Stuart Delery, uno de los fiscales citados en el comunicado.
Según los datos presentados en la acción, el laboratorio sobornó a médicos "con el objetivo de incitarles a prescribir productos de Novartis que habrían sido pagados con fondos de los programas de salud federal", según el Departamento de Justicia.
La demanda, presentada en el Tribunal federal de Distrito de Nueva York, alega que para promover la venta de medicamentos como Lotrel y Valturna, recetados para tratar la hipertensión, o Starlix, prescrito para la diabetes, la empresa pagó a médicos para dar conferencias en lo que denominaban "eventos sociales" y organizó lujosas cenas para los profesionales.
"Conferencias" en sitios de pesca
De acuerdo a la denuncia, Novartis pagó a médicos por "falsas conferencias que no tuvieron lugar y a las que nadie o casi nadie asistió, y para las que no se imprimió ningún documento".
En algunos casos, las supuestas charlas tenían como sede lugares virtualmente imposibles para llevar a cabo actividades de este tipo.
Entre ellas se contaron "salidas al mar para pescar en Florida" o actos organizados en los restaurantes de la cadena Hooters, conocida por sus curvilíneas camareras vestidas con ropa ajustada y corta.
Los médicos que eran "blanco" de estas prácticas también eran invitados con frecuencia a los restaurantes más caros y de moda. Como ejemplo, la acusación cita una cena para tres en la que el facultativo, además de ser invitado a una comida de 672 dólares por cabeza, recibió honorarios de 1.000 dólares.
"Los analistas de Novartis muestran que estos programas" de supuestas conferencias "eran muy rentables en términos de recetas suplementarias generadas para sus medicamentos", subraya igualmente el Departamento de Justicia.
A consecuencia de ello, el laboratorio suizo no escatimó en gastos y dedicó 65 millones de dólares entre enero de 2002 y noviembre de 2011 para llevar a cabo 38.000 programas de conferencias ligados a sus medicamentos Lotrel, Valturna y Starlix.
"Los pacientes merecen los cuidados basados en el juicio médico sano de un doctor, no en el interés financiero de los médicos", aseveró Stuart Delery, uno de los fiscales citados en el comunicado.
La demanda de este viernes es mucho más amplia que la que presentó el gobierno estadounidense el martes, cuando acusó a Novartis de haber sobornado desde 2005 a una veintena de farmacias "para que orientaran a miles de pacientes que habían recibido un trasplante" hacia uno de sus medicamentos, el Myfortic, ofreciendo a cambio a los establecimientos "sobornos en forma de rebajas y promociones".
En 2010, la empresa farmacéutica suiza debió pagar 422,5 millones de dólares para solucionar una serie de demandas penales y civiles presentadas en EE.UU. por acusaciones de marketing ilegal, relacionadas principalmente con la promoción del Trileptal, un medicamento contra la epilepsia.