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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 22:21
EL CAIRO.- Los islamistas convocaron nuevas manifestaciones este domingo en Egipto tras el desalojo de centenares de personas atrincheradas en una mezquita de El Cairo en una escalada de violencia que ha dejado más de 750 muertos en cuatro días.
En total, 385 personas que se encontraban en la mezquita Al Fath, desalojada el sábado por las fuerzas de seguridad tras una noche de asedio, fueron detenidas, informó este domingo el ministerio del Interior.
Los partidarios del presidente islamista depuesto por el ejército el 3 de julio, Mohamed Mursi, convocaron nuevas manifestaciones el domingo en la tarde en El Cairo para denunciar lo que consideran un "golpe de Estado".
A pesar del llamado a salir a calle diariamente a protestar contra la destitución del primer presidente egipcio democráticamente electo, este sábado no hubo manifestaciones, aunque se señalaron algunas concentraciones por la noche pese al toque de queda.
En Alejandría, en el norte del país, manifestantes islamistas se enfrentaron a otros civiles, según la agencia MENA, pero esta información por el momento no ha podido ser verificada.
Las autoridades egipcias han decretado el estado de emergencia y el toque de queda en varias zonas del país a raíz del baño de sangre que dejó el brutal desalojo, el miércoles, de miles de seguidores de Mursi de los dos campamentos que habían erigido en la capital.
En la mezquita al Fath, en el centro de El Cairo, donde se habían refugiado los islamistas el viernes por la noche, un periodista de la AFP vio a la policía sacar por la fuerza a siete u ocho hombres y disparar para dispersar a una masa de gente iracunda, que golpeaba a los islamistas con bastones y barras de hierro.
La agencia MENA informó de hacia el mediodía, francotiradores dispararon desde el minarete de la mezquita contra las fuerzas del orden que a su vez dispararon y lanzaron granadas lacrimógenas antes de asaltar el templo, cuyo desalojo concluyó a media tarde.
Cerca de mil personas -según los Hermanos Musulmanes- habían encontrado refugio en esta mezquita en la noche del viernes, bautizado por los partidarios de Mursi como el "día de la ira".
