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Libro revela que FBI espió escritores huídos del nazismo

Según el libro, "Communazis", escrito por el profesor de la Universidad de Ohio, Alexander Stephan, la oficina federal de investigaciones estadounidense y otras organizaciones habrían vigilado cercanamente, desde su correspondencia hasta su vida sexual, a escritores como Thomas Mann y Bertolt Brecht.

30 de Agosto de 2000 | 15:18 | EFE
NUEVA YORK.- Cientos de escritores que huyeron de Alemania durante el nazismo y se refugiaron en Estados Unidos fueron espiados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y otros organismos gubernamentales, revela el libro "Communazis", que saldrá al mercado en octubre.

Escrita por Alexander Stephan, profesor de la Universidad de Ohio (EE.UU.), la obra describe el riguroso seguimiento del Gobierno estadounidense a autores como Bertolt Brecht o Thomas Mann, entre muchos otros, a quienes controló la correspondencia y hasta su vida sexual, informa hoy el diario "The New York Times".

El término que sirve de título al libro era empleado por los funcionarios estadounidenses para aludir a intelectuales que salieron de Alemania durante la época nazi, muchos de los cuales se caracterizaban por sus ideas izquierdistas.

Stephan obtuvo más de un millar de documentos de los archivos estadounidenses que muestran cómo los exiliados eran controlados por la FBI, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), los servicios militares de espionaje y el Departamento de Estado, entre otros organismos.

La investigación refleja que el control sobre esos refugiados fue amplio y profundo, dado el temor de las autoridades de EEUU a que los nazis infiltraran espías, así como a la inquietud por las ideas liberales y socialistas de muchos de ellos.

En uno de los documentos consultados, funcionarios de inmigración se refieren a Klaus, hijo de Thomas Mann, como un "conocido pervertido sexual" con "simpatías comunistas".

La FBI incluso apuntó a unas supuestas relaciones sexuales entre Klaus Mann, autor de la novela "Mephisto", y su hermana Erica.

Ese mismo organismo colocó micrófonos en la habitación de un hotel de Santa Mónica (California) con el objetivo de grabar las conversaciones entre Brecht y su amante, Ruth Berlau, e interceptó la correspondencia entre ambos.

La buena disposición de algunos exiliados a colaborar con las autoridades de Washington y su actitud pro estadounidense no les evitó ser espiados, como le ocurrió a Thomas Mann.

Según Elmer Linberg, un antiguo agente de la FBI que interrogó al escritor en 1943, Mann "nos habló de gente diversa que mantenía estrechos contactos con los rusos, entre ellos Brecht".

El control se extendía incluso más allá de las fronteras nacionales. La escritora Anna Seghers, por ejemplo, fue rigurosamente controlada en México por agentes estadounidenses que espiaron su correspondencia y llamadas telefónicas y registraron su domicilio en numerosas ocasiones.

Los expedientes sobre los intelectuales contenían denuncias generalmente anónimas y en ocasiones errores de información, como cuando un agente confunde el Movimiento para la Liberación de Alemania, en México, con otro fundado en el exilio por el derechista alemán Otto Strasser.

El libro señala también que en el caso de algunos escritores, como Heinrich Mann -hermano de Thomas y autor de "Professor Unrat", en la que se basó la película "El ángel azul", protagonizada por Marlene Dietrich-, la investigación se prolongó incluso varios años después de su muerte.

Pese al intenso escrutinio de las autoridades, Stephan señala que ninguno de los investigados fue deportado, excepto Gerhart Eisler, periodista y miembro del Partido Comunista que luego se convertiría en un destacado dirigente en la Alemania Oriental.
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