A los 66 años, Jeff Beck mantiene su impronta de viejo rocker de los '70. En Santiago mostró su depurada técnica y furiosa potencia.
Felipe GonzálezA pesar su estatus de "héroe de la guitarra" y de haberle peleado en los '60 el trono a Eric Clapton y Jimmy Page, Jeff Beck nunca ha sido lo suficientemente conocido en Chile. Aunque se sabía que su nombre es referencia obligada en enciclopedias de rock o que junto a los Yardibirds rompió una guitarra en la famosa película "Blow Up" (1966) de Antonioni, su obra gruesa jamás pegó en Chile.
De ahí los rostros de sorpresa del público ante la técnica exquisita y reposada de Beck. Nada de acrobacias ni demagogia efectista. El músico, como buen representante de la vieja escuela, se defendió con la clásica base de blues, funk y experimentación. La misma que habita en discos cumbre como Blow by Blow (1975) o la caja de discos ingeniosamente titulada Beckology (1991).
Con una banda sólida que incluía al baterista Michael Walden (de la Mahavishnu Orchestra), Beck encaró clásicos como "People get ready" (Curtis Mayfield), "A day in the life" (Beatles) o a "I want to take you higher" (Sly and The Family Stone). También hubo, por supuesto, extensos solos de guitarra y jams instrumentales que dejaron al público prendido.
El músico inglés de 66 años muy bien mantenidos vino a presentar su exitoso disco Emmotion & conmotion (2010), que incluía versiones de "Corpus Christi Carol" y "Over the rainbow" que interpretó en Santiago.
Al verlo así, tan pletórico en la guitarra uno se pregunta qué hubiera pasado si los Rolling Stones lo hubieran fichado cuando estuvieron a punto de hacerlo. Quizás Jeff Beck sería mucho más reconocido, pero es seguro que no estaría tan feliz como lo estuvo esta noche donde arrasó en Santiago.