Lo dijo la prensa mexicana, el 6 de octubre pasado. "Bunkers pone a rockear a Silvio Rodríguez", fue el titular del diario "El Universal" de México, a raíz del más reciente trabajo de Los Bunkers, el grupo de rock nacido en Concepción y establecido desde 2008 en ese país, y que por primera vez en sus doce años dedica un disco entero a composiciones de otro autor: el cantante cubano Silvio Rodríguez.
Y lo dijo Silvio Rodríguez también, de acuerdo con declaraciones del cantante a la agencia cubana Prensa Latina difundidas luego por Universal, el sello de Los Bunkers en México. "Aunque no los conozco personalmente, les agradecí mucho este trabajo, porque son músicos muy jóvenes, de mucho empuje, y es muy lindo para un compositor como yo que los jóvenes retomen sus obras y las toquen", dijo Rodríguez, un hombre que ha compuesto hits internacionales del calado de "Ojalá", "Unicornio", "Por quien merece amor", "Te amaré" y "Te doy una canción" entre muchos otros.
Música libre se llama ese álbum, y consiste en doce canciones de Rodríguez, desde unas tan tempranas como "Santiago de Chile" y "Sueño con serpientes" (las dos grabadas en 1975) hasta las más reciente "El necio" y "Quién fuera" (1992). "Sueño con serpientes" y "Quién fuera" son de hecho los singles que el grupo, integrado por Álvaro López (voz y guitarra), los hermanos Mauricio Durán (voz, guitarras y teclados) y Francisco Durán (voz, guitarras, teclados y armónica), Gonzalo López (bajo) y Mauricio Basualto (batería), ha hecho sonar en las radios chilenas en las últimas semanas.
Desde el pasado 1 de diciembre son Los Bunkers en persona quienes están recorriendo Chile para presentar el repertorio en diversas actuaciones, la próxima de las cuales, en Santiago (ver recuadro), será la última del año para el grupo. Y otra particularidad de Música libre es la presencia del cada vez más ascendente cantante chileno Manuel García, seguidor reconocido del repertorio de Rodríguez, como invitado de Los Bunkers en dos canciones, "Al final de este viaje en la vida" y "La era está pariendo un corazón", ambas de 1978.
-Una cosa que nos comentaba Manuel García es que las versiones de Silvio (Rodríguez) que existen por lo general están metidas en una cosa lánguida, latiguda -dice Mauricio Durán-. Como que le construyeron una burbuja y todo se transformó en algo demasiado...
-... solemne y denso -completa Álvaro López, el cantante principal.
-Y el propósito de este disco es todo lo contrario -completa Mauricio Durán..
Mejor que Silvio no te va a quedar
Hace poco más de un año, en noviembre pasado, Los Bunkers peparaban en México un próximo disco de canciones propias junto al productor Emmanuel Meme Del Real, integrante del popular grupo Café Tacuba, que a su vez ya grabó un disco de versiones del grupo chileno Los Tres titulado Vale callampa (2002). Pero en noviembre tomó cuerpo la la idea de grabar a Silvio Rodríguez, recuerdan.
-Primero (la idea) fue como "grabemos un tema de Silvio para el próximo disco" -reconstituye Mauricio Durán-. Después: "no, un EP". Después: "un disco". Pero eso iba a obligar a aplazar el disco con temas de nosotros.
-¿Y?
-No importó. Nos decidimos por hacerlo.
-La primera vez probamos un par de temas -agrega Álvaro López-. Y al segundo ensayo apareció un par más. Y sonaba muy a locura hacer un disco sólo de Silvio, pero después se fue armando.
-Nos dimos cuenta de que nadie, por lo menos en el ámbito del rock en Latinoamérica, lo tiende a nombrar como influencia -comenta a su vez Francisco Durán, el otro guitarrista y tecladista-. Y es raro. Si pudiéramos hacer un paralelo, en Estados Unidos existen muchos covers de (Bob) Dylan, ponte tú. Hay una conexión entre el folk o la música tradicional que en algún momento se juntó con el rock. Sin embargo acá está muy categorizado, como separado, parcelado. Ésa es una de las razones por las que hicimos el disco.
-Pensábamos en Bruce Springsteen tocando a Pete Seeger -explica Mauricio Durán, su hermano-. Es como que está el link hecho.
-El mismo Silvio Rodríguez dice que ha sido rockero cuando habla de este disco. ¿Encontraron ese germen rock en sus canciones?
Mauricio Durán: De hecho tiene grabaciones, sobre todo en la época previa a su primer disco oficial, que es del '75, de canciones con batería y con acercamientos súper claros al rock.
Álvaro López: Con banda: guitarra eléctrica, bajo.
Francisco Durán: Y tratamos de ir a la esencia de algunas canciones. "Sueño con serpientes" en su concepción es un tema muy rockero, independientemente de que (la versión original) sea con guitarra acústica. Yo en Silvio (Rodríguez) escucho a los Beatles, a Johnny Marr (el guitarrista del grupo inglés The Smiths), a Blondie. Es una asociación que aquí no se hace, por ciertas barreras mentales instauradas en la gente a la que le gusta tanto la trova como el rock.
-¿En qué canción se escuchan Blondie o Johnny Marr por ejemplo?
Francisco: Yo creo que en ésta (es "Quién fuera", que en ese momento está sonando en el equipo de música). En la versión original esa guitarra perfectamente la podría haber hecho Johnny Marr. Siempre hay un punto de unión.
Mauricio: Y nos pareció súper bonito el triángulo entre canciones de Silvio, nosotros tocando y Meme (Del Real) produciendo. Con esos tres elementos se podía hacer un disco de música latinoamericana moderno.
-¿Cómo eligieron las canciones?
Mauricio: Las que nos imaginábamos que podrían resultar en un lenguaje más eléctrico. Nos hubiera encantado dejar otras que elegimos, "Fusil contra fusil", "La familia, la propiedad privada y el amor".
Álvaro: Trabajamos como treinta en total.
-¿Su idea era no hacer un disco de cover como los de Attaque 77, donde todas las canciones suenan parecidas, rockeras?
Mauricio: No es que quisiéramos evitar hacerlas rockeras, sino que tratamos de ser fieles a lo que nos provocaba cada una. Si Attaque 77 lo hace así nos parece bien porque es su filtro y su forma de tocar. Nuestra forma de tocar es diferente. En ese sentido Meme tiene harta experiencia en apropiarse de canciones de otros.
-Bueno, Vale callampa sin ir más lejos.
Francisco: Por ejemplo: tú escuchas la versión de "Déjate caer" y no es Los Tres.
-Es "Policy of truth" de Depeche Mode.
Mauricio: Claro (se ríe). O si escuchas "Cómo te extraño" no tiene nada que ver con la (canción original) de Leo Dan. Tiene que pasar por su filtro. Eso queríamos. Cuando antes habíamos hecho covers eran bastante más apegados a las versiones originales.
-¿Como cuando hicieron "La exiliada del sur", de Inti-Illimani?
Mauricio: Claro, o "Y volveré" (de Los Ángeles Negros) a lo mejor es el caso más extremo en el sentido literal. Es como "Te leo lo que dice aquí". Y en este disco no queríamos hacer eso. Sobre todo porque habríamos terminado haciendo un disco más acústico, y mejor que Silvio no te va a quedar ni cagando.
-¿Fue un trabajo más exigente hacerlo así, con un sonido distinto en cada canción?
Mauricio: En un principio sí, en la elección de temas, porque es demasiado variado el espectro musical.
Álvaro: Pero cada canción se va disparando para su lado. No hubo que forzar eso ni tratar de que todas quedaran distintas.
Mauricio: Y termina siendo lo que cada canción nos pedía. "Santiago de Chile" queda en una versión "ametrallada". Fuimos llegando a puerto en cada canción, y termina un abanico muy variado, pero es es gracias a las canciones, que de por sí son variadas.
-¿Silvio Rodríguez significa en México algo distinto a lo que significa en Chile? ¿Qué importancia puede tener este disco en México?
Francisco: Es un artista importante, obviamente. Creo que para una generación anterior es uno de los cantores latinoamericanos más importantes. Pero sí siento que está más enmarcado en un nicho. Puede que en Chile sea más transversal. Chile seguramente es uno de los pocos lugares donde ha hecho un concierto como el del Estadio Nacional (en 1990, cuando Rodríguez llenó el Estadio Nacional con más de noventa mil personas). Allá es más como la gente de la trova.
-¿Y cómo lo ha recibido el público de Los Bunkers allá?
Francisco: Lo vacilan como un disco más del grupo, pero por lo menos por Facebook o Twitter nos escriben "Jamás escuché Silvio Rodríguez porque tenía otra idea de él", o "No pensé que se podría haber hecho". O gente que pone "éste es el primer disco que puedo escuchar con mi papá".
Álvaro: Para nosotros es un gusto. Es un lujo que nos estamos dando.
-¿Tuvieron que hacer la tarea de volver a escuchar a Silvio Rodríguez, o ya se lo sabían de memoria?
Mauricio: De memoria.
Francisco: Es que nosotros partimos por ahí. Antes de aprenderme "She loves you" conocía estas canciones.
Mauricio: Y conociendo toda la discografía de él después fue como darse un festín, no más. Ésta y ésta y ésta y ésta.
García en el Bunker: de Arica a Concepción unidos
Los últimos dos años han sido temporadas de contrastes para Los Bunkers. En 2009 no pararon de venir a Chile: a la Cumbre del Rock Chileno en enero, a una gira en enero y febrero, a su multitudinario show gratuito en la Plaza de Armas de Santiago en junio, a una nueva gira en agosto, al Teatro Nescafé de las Artes en noviembre y al Festival de Olmué, con Eduardo Gatti como invitado, en enero de 2010.
En 2010, en cambio, no volvieron sino hasta ahora, y sí actuaron en jornadas de masas en México como el festival Cervantino, el Zócalo de Ciudad de México en mayo ante más de 75 mil personas junto a bandas como Maldita Vecindad, Jaguares, Molotov y Tijuana Sound Machine; el reciente Iberofest en noviembre junto a Fobia, Plastilina Mosh, Juan Solo y otros, y hasta una actuación como solista de Álvaro López en un lugar llamado Soma Foro el 10 de noviembre, junto a otros chilenos como Tomás González y Andrés Landon.
-¿No sólo están tocando en bares o teatros? ¿Con qué frecuencia van a estos festivales?
Mauricio: Nosotros estamos yendo a tocar a todas las partes donde nos inviten. Donde nos paguen vamos.
Álvaro: La sensación es diferente pero...
Mauricio: Pero la canción es la misma (se ríe).
-¿Y qué fue lo de Soma Foro?
Álvaro: ¿Soma Foro?
-Donde tocaste solo, con otros cantantes chilenos...
Álvaro: Ah, sí. No, una amiga nos invitó a tocar en un pub donde iban a ir chilenos a tocar unas canciones...
Gonzalo: ... y de repente apreció una nota (en la prensa) acá.
-¿Pero es tu "carrera solista"?
Álvaro: En ciernes. Había tocado una vez antes. Pero bien piola, llegar, agarrar la guitarras, tenía unas canciones sueltas.
-¿Qué tal son las canciones de Álvaro?
Mauricio: No las muestra (se ríe). Son buenas, algunas las hemos grabado en demos.
Álvaro: Por el momento si me siguen invitando a conciertos...
Mauricio: ... si le dan copete no tiene problema (se ríe)...
Álvaro: Si hay una oportunidad y no afecta la agenda del grupo, no tengo atado en seguir tocando, para ir soltando las canciones.
Manuel García grabó en México como invitado en Música libre, durante el viaje en el que el cantante ariqueño se presentó en el festival "Vive latino" de ese país. "En realidad venía como anillo al dedo", dice Francisco Durán. "Su inclusión en el disco es fundamental. Y luminosa".
-¿Qué agregó?
Francisco: Yo creo que agregó un punto de sensibilidad que a lo mejor nosotros no tenemos. Aportó cierta dulzura que el disco necesitaba.
Mauricio: Ni siquiera nos dimos cuenta. Llegó al estudio, nos faltaba hacer la voz de este tema ("Al final de este viaje en la vida")... "Manuel, ¿querís tocar?" "Ya, perfecto". Entró, grabó y estaba perfecto. Qué le vamos a hacer.
Francisco: Lo que habla del respeto que sentimos por él también.
Mauricio: Nunca habíamos entregado una canción completa a un invitado para que la cantara, por ejemplo. Que él sea la voz y nosotros los acompañantes, por así decirlo.
-¿Cómo funciona además ese encuentro entre gente de Concepción y Arica? ¿Son idiosincrasias distintas a lo mejor?
Mauricio: Sí, por lo menos nos hemos dado cuenta porque, al igual que nosotros, que somos bien "que Conce y Conce y Conce", Manuel también siempre lleva esa impronta del desierto, habla mucho de eso y toda su mirada tiene que ver con de dónde viene. Es importante, creo yo, que haya un sello o una característica chilena en el disco, sea de Conce o de Arica.
-A propósito de eso, ¿cómo fue no estar en Chile en 2010 y ver desde fuera todo lo que pasó este año?
Francisco: Muy raro.
Mauricio: Cuando llegamos no sabíamos a qué atenernos.
Francisco: Pasaron tantas cosas que es como si fuera un país distinto. Bueno: de hecho es un país distinto.
Mauricio: Ahora Chile es facho. Hay varias cosas: si vamos cronológicamente, el terremoto nos dejó con un sabor muy amargo porque, aparte de la preocupación familiar y por los amigos, no fue posible venir. Ante una situacion tan crítica es ridículo traer a una banda de México a decir "oye, buena onda".
-Alguna gente ni siquiera iba de Santiago a Conce porque no ayudaba en nada estar allá.
Mauricio: Exacto. Si a lo mejor hubiéramos sido cinco médicos de la Cruz Roja... pero quedó un sabor extraño porque queríamos estar acá.
Francisco: La gente (en México) estaba muy pendiente de lo que había pasado en Chile.
Mauricio: Y después viene el segundo trago amargo que fue la asunción de Piñera, en marzo. Pero uno dice filo, si tus mismos vecinos lo eligieron, se acepta. Después viene el Mundial, que es como sí, parece que sí, ahora sí que sí, y obviamente no pasó a mayores. Fue distinto vivir el Mundial en México, porque es un país mucho más futbolizado que nosotros.
Gonzalo: No en la pasión. Ni en el sentimiento. Sino en el desarrollo del fútbol.
Mauricio: Los equipos chicos de allá llenan estadios de cuarenta mil personas. Y luego de eso vino lo de los mineros.
-¿Y de la huelga mapuche no llegaba información?
Mauricio: Sí, sí, también llegaba, y uno sabe dónde buscarla. Pero lo de los mineros lo vimos con más distancia. Buena onda que estén bien, y más allá de eso no. No podíamos seguir el circo, digamos.
-Al final se supone que era el año del Bicentenario, pero pasó a un segundo plano.
Mauricio: Claro, después viene lo del Bicentenario (el concierto que un completo elenco de músicos chienos dio en el Estadio Nacional, en septiembre pasado) y nos deja otro sabor amargo, porque nadie nos invitó (risas).
Álvaro: Pero en este momento se trata de probar todas esas novedades: el disco, las canciones, cómo está el país, que para nosotros está tan cambiado, y sentirlo uno también.
Francisco: Estamos viendo el cambio de paisaje, y también de paisaje psicológico.
Mauricio: Claro. Cuando llegamos y tomé un taxi, el taxista no hizo otra cosa que hablarme de su frustración porque se iba Bielsa. El tipo estaba con un dolor increíble, la gente anda con sensaciones que no hemos palpado.
Álvaro: Es que son cosas que uno no entiende. Todo este año han pasado cosas que uno no entiende.