SANTIAGO.- El Gobierno de Chile no entrará en controversia con el Presidente venezolano Hugo Chávez, que el jueves relanzó su exigencia de una salida al mar para Bolivia, afirmó la canciller Soledad Alvear.
"Nosotros no vamos a entrar en una controversia con el Presidente Chávez. Tenemos un gran aprecio por el pueblo venezolano, tenemos un gran respeto por su gente y, por cierto, nosotros estamos comprometidos con su democracia", dijo la canciller en declaraciones al Canal 13.
Recordó que el Gobierno de Chile trabaja desde hace un tiempo con un grupo de apoyo con el Secretario General de la OEA, que está trabajando para fortalecer la democracia de Venezuela, "y es nuestro interés el poder continuar con nuestros amigos y amigas venezolanos".
Durante la jornada, Chávez insistió en pedir a Chile que debata sobre la posibilidad de devolver una salida al mar a Bolivia, y ofreció darle a La Paz "todo el asfalto que necesite" para pavimentar "una carretera hasta un puerto boliviano".
"Que se discuta el tema es lo que nosotros pedimos", dijo Chávez durante su discurso anual ante el Parlamento venezolano.
La canciller chilena aseveró que "nosotros tenemos el máximo respeto por el pueblo venezolano" y aseveró que las relaciones a nivel de Presidentes "tienen la expresión a través de lo que son los lenguajes adecuados, y en esa dirección no vamos a entrar en esta controversia y vamos a continuar con el trabajo que nosotros hemos venido realizando a fin de fortalecer la democracia y continuar colaborando con la OEA".
Agregó que la mejor respuesta de Chile "es la seriedad, el liderazgo y el prestigio que tiene el Presidente de Chile, que se lo ha ganado en su trabajo interno y en el amplio apoyo que tiene a su vez, internamente en lo que es su política exterior".
El tema de la mediterraneidad boliviana estalló con fuerza a mediados de noviembre cuando el Presidente Chávez dijo que soñaba con bañarse en una playa boliviana, en un encuentro realizado al término de la Cumbre de Santa Cruz.
Chávez relanzó así la antigua campaña de los gobernantes de Bolivia para acabar con su mediterraneidad mediante la recuperación de territorios costeros que perdió en la guerra que, aliada con Perú, libró contra Chile a finales del siglo XIX.
Una semana después de la intervención de Chávez, el Gobierno chileno retiró a su embajador en Caracas y la Cancillería venezolana hizo lo propio con su embajador en Santiago.
El tema volvió a ser abordado en el marco de la Cumbre de las Américas de Monterrey esta semana, donde el Presidente boliviano, Carlos Mesa lanzó su reclamo en sesión plenaria, generando una disputa con su par chileno Ricardo Lagos.
Chávez volvió a manifestar su apoyo a Bolivia en el marco de ese encuentro.
La canciller aseveró que "la política exterior se hace a través de las vías diplomáticas, en forma responsable. La política exterior requiere, así como también la política interna, de un adecuado respeto".
Recordó que la semana pasada, en sesiones especiales en la Cámara de Diputados y el Senado, se entregó el respaldo unánime al Presidente Lagos y a su política exterior y "muy en particular en relación a la situación a la cual se refiere el Presidente Chávez".
Agregó que "para la convivencia interna, se respeta el Estado de Derecho, para la convivencia entre los países se respetan los tratados internacionales".
"Nosotros con Bolivia tenemos un tratado, de 1904, que fue suscrito y que se respeta", afirmó, reiterando que será el Presidente Lagos quien resolverá sobre la relación con Venezuela.
Lagos acompañaba el jueves al Rey de España en la austral ciudad de Punta Arenas, 2.180 km al sur de Santiago.
"Tenemos un gran reconocimiento por ellos (los venezolanos) y por ello, será el Presidente de la República, el Presidente Lagos, el Presidente de Chile, quien resuelva qué hacer y no vamos a ser de ninguna manera pauteados por el Presidente Chávez. Nosotros tomamos nuestras decisiones", concluyó Alvear.