LA SERENA.- El tribunal oral condenó a 541 días de cárcel al sacerdote René Peña Benítez, de 53 años, por el delito de abuso sexual contra un paciente internado en estado de coma profundo en la UCI del hospital San Pablo de Coquimbo.
Además, el religioso quedó suspendido de ejercer su labor sacerdotal y a cancelar los costos del proceso.
Ello, tras comprobarse la responsabilidad del cura en base a testimonios de funcionarios del recinto asistencial que afirmaron que Peña realizó movimientos circulares y rotatorios en la zona genital de Francisco Barraza Vargas (21), a quien realizaba la ceremonia de la extremaunción de los enfermos en abril de 2003.
Pedro Barraza Segovia, padre del paciente afectado, dijo que pedirá al Arzobispado una indemnización por el daño moral y sicológico. "Se cumplirá casi un año con mi hijo en coma y necesita medicamentos".
El obispo Manuel Donoso señaló que la Iglesia respetará el fallo. Agregó que la posible pérdida de la investidura sacerdotal no se decide con la sentencia. "Hay un juez eclesiástico, y en una primera etapa nadie presentó quejas. Ahora se agrega la sentencia, pero es un proceso largo para probar una causa gravísima, porque lo extremo es perder su condición sacerdotal, como en el caso del padre Tato".
Donoso no estuvo presente en ninguna instancia del juicio para evitar comentarios sobre una posible presión a los jueces.
Debido a la irreprochable conducta anterior, el tribunal le concedió a Peña el beneficio de la pena remitida, con lo que deberá firmar mensualmente en el Patronato de Reos.