SANTIAGO.- Tras el violento fin de la fiesta convocada ayer en el Parque Padre Hurtado (ex Intercomunal de La Reina) para celebrar el fin de la rendición de la PSU, el alcalde de Las Condes, Francisco de La Maza, deslindó responsabilidad en Carabineros por lo ocurrido en el recinto.
A juicio del edil, que llegó este miércoles hasta el lugar, hubo fallas en el control de alcoholes por parte de la policía uniformada y la presencia de efectivos de Fuerzas Especiales sólo encendió los ánimos de los asistentes.
"Yo tengo la sensación de que el control de alcoholes que compete a Carabineros, en esta oportunidad probablemente fueron sorprendidos y hubo un inadecuado control de la ley. Sumado a eso, la presencia de Fuerzas Especiales, con el 'guanaco' (carro lanza agua), encendió los ánimos de los jóvenes que estaban en una condición alcohólica también inadecuada", sostuvo.
De La Maza recorrió el sector del parque, donde se concentraron los desmanes después de las 21:15 horas de ayer.
Hasta allí llegaron unos dos mil jóvenes tras una convocatoria masiva en redes sociales, con botellas de alcohol para celebrar el término de la prueba.
Con el avance de las horas, los jóvenes se resistieron a abandonar el recinto pese a los insistentes llamados de los 12 guardias del parque que debieron pedir la colaboración de Carabineros.
Pero los efectivos de la 16ª Comisaría de La Reina –a cuya jurisdicción corresponde el parque- también se vieron sobrepasados por el alto número de asistentes, por lo que solicitaron la presencia de Fuerzas Especiales.
Ante ello, la mayor de Carabineros, Marcela González, sostuvo que desde el parque nunca les avisaron que los jóvenes se estaban juntando a beber, sino que fueron alertados por un trabajo de inteligencia realizado por los efectivos de esa unidad.
Si bien declinó referirse a los hechos del edil, aseguró que fue el administrador del recinto quien les solicitó "expresamente" que la policía uniformada ingresara al recinto y que tras esto decidió entrar con Fuerzas Especiales ante la gran cantidad de asistentes.
"Cuando llegamos ya habían más de mil personas ingiriendo alcohol. Hay que dejar claro que es un parque privado y sus guardias, me parece que no hicieron lo suyo", afirmó la mayor González.
De acuerdo a testigos, esto motivó la molestia de los asistentes que se enfrentaron a la policía uniformada y causaron daños en 19 de los 100 quinchos, cuatro de los cuales quedaron totalmente inutilizados.
De La Maza –quien habló como presidente de la junta de alcaldes a cargo del parque- calificó como "lamentable" y un "hecho puntual" lo ocurrido anoche, puntualizando que la reparación de los daños costará unos $8 millones.
Asimismo, el alcalde llamó a quienes asisten normalmente al parque a que lo sigan haciendo, porque de esa forma es como se financia su funcionamiento. Aseguró asimismo que los daños estarán totalmente reparados el viernes.