MIAMI.- La familia de un estudiante universitario que se suicidó ante los cibernautas en Internet dijo que está horrorizada porque acabó con su vida ante una audiencia virtual, y furiosa porque quienes lo vieron mediante una cámara web en vivo o los operadores de la página en línea no actuaron antes para salvarlo.
Sólo hasta que llegó la policía el miércoles para encontrar muerto a Abraham Biggs en la cama de su padre se detuvo el suministro de información actualizada frecuentemente por la internet, conocida como "web feed": 12 horas después que el estudiante del Broward College de 19 años declaró por primera vez en la página que se odiaba y que planeaba morir.
"No tenía que haber pasado", dijo la hermana de la víctima, Rosalind Bigg. "Ellos recibieron los números de visitas a la página, consiguieron espectadores y nada pasó durante horas", afirmó.
Biggs anunció sus planes de suicidarse en un sitio para culturistas en Internet, dijeron las autoridades. El puso un hipervínculo desde allí a Justin.tv, un sitio que le permite a los usuarios transmitir videos en vivo desde sus cámaras web.
Un cibernauta que dijo haber visto el suicidio, dijo que Biggs se tragó algunas píldoras y luego se echó en la cama, como si se fuera a dormir. Agregó que parecía estar respirando durante unas horas mientras otros hacían chistes.
Algunos miembros de su público virtual lo animaron para que se suicidara, otros trataron de convencerlo para que no lo hiciera y algunos discutieron sobre si él estaba tomando una dosis suficientemente grande como para matarse, dijo Wendy Crane, investigadora de la oficina del examinador forense del condado de Broward.
Algunos usuarios le dijeron a los investigadores que no lo tomaron en serio porque él ya había amenazado con suicidarse antes en el mismo sitio de internet.
Al final, alguien notificó al moderador del sitio de culturismo, quien rastreó el sitio donde estaba Biggs y llamó a la policía, dijo Crane. El drama ocurrió en vivo en Justin.tv, un sitio que permite a los espectadores poner comentarios junto a las imágenes de video.
Cuando la policía entró al cuarto, los cibernautas seguían viendo las imágenes en vivo.
Algunos de ellos escribieron mensajes cortos como: "OMFG", que en Internet significa “Oh, Dios mío”. Otros, posiblemente sin saber lo que estaban viendo o porque no les importaba, escribieron “lol” o “hahahah”, que significan reírse a carcajadas.
Su padre, Abraham Biggs, le dijo al diario Miami Herald que él no quiso mirar el video.
“Nosotros éramos muy buenos amigos”, dijo. “Está mal que se permita que ocurra esto”.
Una autopsia concluyó que Biggs murió de una combinación de opiatos y benzodiazepina, un medicamento que según su familia el adolescente tomaba por su desorden bipolar.