Oyarzún explica que el trabajo de parto permite a la madre y su hijo producir hormonas que ayudarán a este último a adaptarse al medio externo. También permite la producción de hormonas que favorecerán el apego, entre ellas, la oxitocina, denominada hormona del amor. Y aumenta el nivel de corticoides, necesarios para adaptarse al estrés del momento.
Tras el parto, cualquiera que éste sea, se recomienda que la mujer no sostenga relaciones sexuales por un período de 30 a 40 días. Durante ese lapsus, aún hay sangramiento de la cavidad uterina.
Además, es preferible que la mujer guarde reposo en cama a lo menos una semana y no haga fuerzas, debido a que el útero y ligamentos necesitan tiempo para volver a sus tamaños y posiciones normales; así se evita que el cuerpo de este importante órgano descienda (prolapso) sobre la vagina.
Gracias a los avances de la ciencia, en la actualidad, un feto nacido a las 24 semanas tiene un mínimo de posibilidades de sobrevida. Ella no supera el 25 a 30% y la mitad de esos niños, que no superan los 500 o 600 gramos de peso, tienen alguna secuela neurológica.
Por ello, se debe tener presente que hay algunos factores que aumentan los riesgos y complicaciones en el parto, como que la madre tenga menos de 15 años o más de 35 años. En estos casos, hay mayores tasas de muerte materna y fetal tardía (en los últimos tres meses de embarazo) y mayor mortalidad neonatal (después del parto).
También lo es que se trate de un embarazo gemelar ya sea natural o por fecundación asistida. Un embarazo gemelar, generalmente, se resuelve a la 36 semanas lo que no es bueno para la salud del niño, y un embarazo triple entre la 34 y 33 semanas, aumentando el riesgo de mortalidad. Hay que tener presente que los embarazos gemelares naturales son 1 de cada 100 embarazos, mientras que los por fecundación asistida tienen tasas de 30 o 40 por cada 100 embarazos.
Parto vaginal
Los tiempos han ido cambiando y con ello, algunas prácticas. Aún así, la forma natural de parir sigue siendo por la expulsión vaginal y no la cesárea, cirugía considerada necesaria en situaciones específicas de riesgo.
El parto vaginal espontáneo es el recomendable y de hecho, la Organización Mundial de la Salud señala que las cesáreas no debieran superar el 15%, cifra que en Chile está disparada, llegando a más del 40%. El gineco-obstetra Enrique Oyarzún asegura que la gran mayoría de esas intervenciones no eran necesarias.
