TEATRALES EN SU VERSIÓN DE "LA TEMPESTAD"
Una tempestad hecha de sueños ofreció el actor Fred Curchack
Por Carola Oyarzún
El Mercurio, mayo de 1993

La obra "Stuff as dreams are made on'' está inspirada en "La Tempestad'', de Shakespeare. El montaje se presenta hasta mañana en el teatro de Coco Legrand

Los admiradores de "La Tempestad'', de Shakespeare, se habrán sentido desconcertados ante el espectáculo que Fred Curchack realiza desdoblándose en varios personajes, utilizando máscaras, jugando con variados efectos de luces, con sus propios cuentos y más que nada, con el público. Sin embargo, el desconcierto no radica en el tipo de elementos escogidos por Curchack, sino en cómo los utiliza, en el sentido que adquieren y la lectura que finalmente entrega de "La Tempestad''.
Que la interpretación de las obras de Shakespeare actualmente pasa por una etapa de postmodernidad, de deconstrucción, de semiotización, de sicoanálisis y otros procesos (algo que muy bien ironiza el propio Curchack en su interpretación), no cabe duda. Fred Curchack, a su vez, puede calificarse como un artista iconoclasta: deshace y rearma la historia a su modo y provoca varias tempestades sobre "La Tempestad''. El realiza una actividad crítica de la obra, de la función del artista y de sus propios recursos.

Curchack ha expresado claramente que su formación artística no está orientada a un teatro convencional, ni a un público formal. Luego de recibir su master en artes teatrales en el Queens College, estudió Kathakali hindú, Noh japonés, teatro balinés y danzas africanas, estudios que siguió con grandes maestros. También realizó entrenamiento coreográfico con Alwyn Nikolais y participó en talleres en el laboratorio de Grotowski.

Lo que "Stuff as Dreams are made on'' toma de "La Tempestad'' de Shakespeare es básicamente el mundo de las artes de la magia del personaje principal, Próspero. Esto permite al actor con mucha técnica e imaginación realizar una gran cantidad de proezas en el escenario: desde el desdoblamiento al trabajo sofisticado de la proyección de la luz y sombra, en un ritmo sostenido de cambios y quiebres.

Parte importante del trabajo de Fred Curchack es romper cualquier instante de continuidad, ya sea sustituyendo una imagen sobre la otra, intercalando diálogos propios, hablando al público o aludiendo al espectáculo mismo.

Desde el principio, mientras la gente se acomoda en la sala, el artista comenta, participa y anuncia el programa. En primer lugar, esto quiere decir que la alusión teatral es un punto de ataque permanente y que el juego de desmitificar "La Tempestad'' es inequívoco.

No obstante, este juego tiende a extralimitarse en una dirección definida que es la figura de Miranda y su relación con Caliban y Ferdinand. Ambos personajes caen en el desborde sexual lo que vulgariza el espectáculo innecesariamente, pareciendo concesiones gratuitas para un cierto tipo de público.

Por medio de varios recursos, entre los cuáles la luz es fundamental, Curchack realiza rapidísimos cambios de Próspero a Ariel y Caliban y a veces esto ocurre en forma simultánea a la manera de un ventrílocuo. Las máscaras, diseñadas por él mismo, son de llamativos colores y formas distorsionadas; el personaje de Miranda está representado por una muñeca tradicional y Próspero es una especie de Mefisto que preside la magia. Hay diferentes voces para cada personaje, desde una recitativa para aquellos monólogos más significativos de Próspero, a un acento napolitano para Ferdinad y una voz feminoide para Ariel. Esta última resulta persistente y agotadora.

El principio de rompimiento con las formalidades y convenciones teatrales es la fuerza de este espectáculo. Entre los talentos de Fred Curchack, el más cautivante es su concepción de movimiento permanente realizado a través de su cuerpo, en combinación con imágenes proyectadas en un telón, en el que se crean infinitas figuras y ambientes, todo ello utilizando elementos mímimos como una vela, un par de encendedores de cigarrillos, un trozo de tela o una linterna.

Las artes de la magia de la historia de Próspero en manos de Fred Curchack revelan un artista multifacético. Aunque los excesos desorientan el estilo central de Curchack, "Stuff as Dreams are made on'' resulta una proeza individual que sorprende, hace reír, perturba y que, en último término, lleva a plantearse formas y contenidos que parecieran fijos e inamovibles.