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Leon
Rubin, director de la obra: Contemporánea, más cercana a la comedia y al espíritu original de la pieza, será la puesta que prepara el director inglés para el Teatro UC. En 1996
y en algún lugar de Europa, no necesariamente en Verona, transcurrirá
la acción de "Romeo y Julieta'', la obra de William Shakespeare,
en versión de Pablo Neruda, que prepara el Teatro de la Universidad
Católica bajo la dirección del director inglés
Leon Rubin. Para alcanzar esa meta, Rubin contará con la asistencia de dirección de Ramón Nuñez gestor de su venida a Chile y con un elenco encabezado por los jóvenes actores Alvaro Morales y Francisca Imboden. Completan el reparto Teresita Reyes (Nodriza), Remigio Remedy (Mercucio), Vasco Moulián (Benvolio), Alberto Vega (Capuleto), Claudio Bello (Fray Lorenzo) y Loraine Prieto (señora Capuleto), entre otros. Teresita Reyes y Claudio Bello reemplazan a Lucy Salgado y a Alvaro Escobar, respectivamente, quienes habían sido seleccionados originalmente por el director, pero que adujeron razones personales para abandonar el proyecto. Tampoco estará Pablo Macaya. En su lugar actuará Juan Claudio Burgos. El equipo técnico y de producción artística está encabezado por el recién asumido director de la Escuela de Teatro y del Teatro de la Universidad Católica, Ramón López (escenografía e iluminación), Maite Lobos (diseño de vestuario) y Cuti Aste, encargado de componer la música. LIRISMO EXCESIVO A pesar de ser el director de una de las escuelas de drama más grandes del Europa, la de la Universidad de Middlesex (más de 500 alumnos), Leon Rubin ha desarrollado gran parte de su carrera fuera de la isla británica. A los 22 años comenzó a dirigir y a especializarse en las producción shakespearana. Llegó a ser asistente de la Royal Shakespeare Company y director artístico de Lyric Theatre Belfast. Sin embargo, cuando se empinaba por los diez años de oficio, sintió "frustración''. "Ya no quería trabajar siempre en el mismo ambiente. Recibí una invitación para dirigir The real thing, de Stoppard, en Japón y empecé a viajar, a explorar nuevas formas de hacer teatro y a disfrutar el dirigir en otras lenguas'', explica. Griego, chino, ruso, alemán y japonés son algunos de los idiomas en que ha montado obras de Shakespeare y de otros autores. Sin embargo, esta será la primera vez que dirigirá en español. "Ya antes había trabajado en este idioma, pero dictando un taller de dos semanas durante el año pasado en Madrid. No lo hablo, y aunque utilizo la ayuda de una traductora, gracias a esta obra cada vez se me hace más conocido'', aclara. ¿Qué tan familiarizado está con el texto de Neruda? "La última vez que estuve en Chile (en septiembre, cuando se hicieron las audiciones para definir el elenco) no tuve tiempo para prepararme. Sólo lo había leído dos veces. Pero ahora algunos amigos españoles me han ayudado en la traducción y he podido sentir la textura de la versión. He comenzado a tener una gran sensibilidad frente al trabajo que realizó Neruda. En su mayor parte lo encuentro muy inteligente, muy bueno. Y concuerdo con su interpretación la mayoría de las veces''. ¿Y en qué no está de acuerdo? "A veces tengo que la idea de que es demasiado bella la forma en que Neruda utiliza el lenguaje. El Shakespeare de Romeo y Julieta es lírico y muy poético, pero también puede ser muy duro. En esta obra se usa mucho el lenguaje de la calle''. En su última visita dijo que era necesario potenciar el humor del texto, hacerlo más cercano a la comedia. "Sí. Es que la mayoría de las traducciones de Romeo y Julieta, no me refiero sólo a ésta, apuntan hacia la tragedia. Creo que la obra tiene mucho de comedia, así la hizo Shakespeare. Toda la primera parte es más comedia que tragedia, esta última se va apoderando lentamente de la historia. Cambia fácilmente de la tragedia al humor y viceversa. Finalmente vence la tragedia, pero no por eso se debe perder la comedia. Por eso estoy tratando de encontrar el equilibrio''. Según aclara Leon Rubin, fue precisamente el sentido del humor uno de los criterios que primó en la selección del elenco. "Aparte de las audiciones me di el tiempo para conversar con ellos y conocerlos mejor. También buscaba inteligencia, sensibilidad y una visión particular sobre la obra'', señala. IR AL TEATRO O IR MISA No es extraño que "Romeo y Julieta'' corresponda a una de las obras del repertorio shakespereano más montadas fuera de Inglaterra y que algunos, como la escritora Delia Fiallo, lleguen a compararla con una teleserie. Tampoco sorprende que en torno a un mismo texto puedan surgir puestas en escena tan dispares como la de época presentada en 1964 por el ITUCH, la coreográfica montada en 1978 por el Teatro Itinerante o la versión callejera de 1987 del Teatro Q. Así, al menos, parece confirmarlo Rubin, quien hace algunos años dirigió Romeo y Julieta en el Lincoln Center de Nueva York y que ahora se propone hacer algo más contemporáneo y "totalmente distinto''. "Creo que los tiempos, desde que se escribió la obra a ahora, pueden ser diferentes, pero los temas son los mismos. Tal vez algunas de sus piezas presenten mayores dificultades para ser dadas en idiomas distintos al inglés, pero Romeo y Julieta no es una obra difícil, no es una pieza intelectual o conceptual. Los temas son simples y universales, por eso es una historia que ha sobrevivido al tiempo y a las interpretaciones. Amor, odio, traición, violencia son temas absolutamente contemporáneos'', afirma. De su experiencia con obras de Shakespeare en otros países, ¿cómo diría usted que se aproximan los actores y el público a un autor que para los ingleses resulta casi familiar? "Desde el punto de vista de la dirección, mi misión es ser el puente entre los actores y el autor. El montaje debe reflejar el punto de contacto entre las dos culturas. En ese sentido también esta producción será distinta a una que hice hace dos años en EE.UU''. "Respecto al público, es cierto que en algunos países cuando se asiste una obra de Shakespeare la gente siente algo parecido a cuando va a la iglesia. Ese es precisamente parte de mi trabajo, hacer de la obra algo fresco, vivo y no un museo''. Inmediatamente
después del estreno de "Romeo y Julieta'', León Rubin
regresará a Londres para retomar la dirección de la Escuela
de Danza, Drama y Artes Teatrales de la Middlesex University. Entre
sus planes se cuenta el montar una nueva obra de Shakespeare, "Noche
de reyes'', pero esta vez en Japón.
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