Ssangyong XLV: Espacio para la familia

09 de Enero de 2017 | 14:09 | Leo Mellado

DIESEL

11,9 km/l

AUTOMATICA

1.597 cc

113 hp

CROSSOVER

$17.490.000

El Ssangyong XLV es una versión extendida del Tivoli. Dicho eso, la sección adicional que ofrece en la parte trasera representa todo un cambio de filosofía respecto del Tivoli.

Esto se debe a que el Tivoli es un modelo fundamentalmente juvenil, apropiado para familias recién constituidas o para proveer de placeres conductivos individuales a personas amantes de los crossovers. El XLV, en cambio, es un auto hecho para familias con hijos que, por añadidura inevitable, suman gran cantidad de equipaje a cualquier viaje de vacaciones.

Por ello el elemento diferenciador más importante es el maletero, que aprovecha prácticamente todos los casi 24 cm de longitud adicional que tiene respecto al Tivoli. La capacidad declarada del mismo es de excelentes 574 litros, más que suficientes para acomodar toda clase de cachureos. Eso sí, montar cargas pesadas podría llegar a ser una tarea ardua debido a que el piso del maletero está muy elevado sobre el suelo.

Como ya está señalado, el diseño exterior debe casi todo al Tivoli. No obstante, el XLV aporta una máscara diferente en la parte baja, que luce más agresiva gracias a una rejilla apanalada y a la presencia de unas grandes luces neblineras.

Algo parecido ocurre con la parte trasera, pues aunque se sigue en general el mismo patrón de diseño, tiene un parachoques más sencillo y serio.

La versión probada, codificada 2211, es la cúspide con motorización diésel y conforme a ello calza neumáticos 215/45 R18. Con semejantes medidas, cualquiera diría que lucirían enormes; sin embargo, el diseño del XLV se las arregla para que se vean pequeñas. Unas de 20” parecerían mejor proporcionadas.

Detalles interiores

Por dentro las ideas estéticas son las mismas que en el Tivoli. El módulo de instrumentos presenta indicadores del tipo entubado, mientras que en la consola central destaca una gran pantalla de 7” para la gestión del infoentretenimiento y las comunicaciones. El clima se controla con otros mandos.

El habitáculo es muy cómodo. Hay abundante espacio para las piernas y las cabezas en las plazas traseras y estas, a pesar de tener respaldos sin reclinación, tienen un buen ángulo para que el respaldo quede bien apoyado.

En cuestiones de manejo, el modelo se muestra adecuadamente ágil en el ambiente urbano, con un ajuste de suspensiones que resulta endurecido por los neumáticos de bajo perfil, pero que no llega a ser incómodo.

Mecánica y seguridad

El motor, de 1,6 litros turbodiésel y 113 caballos de fuerza, es el mismo que se encuentra en el Tivoli. Considerando el tamaño del modelo, que en los recorridos de prueba obtuviéramos 11,9 km/l como promedio, no es muy impresionante. Y eso a pesar de que, salvo excepciones, mantuvimos el modo ECO en el sistema de selección de modos de manejo (que también tiene modos Power y Winter).

Finalmente, el modelo ofrece una gama muy limitada de sistemas de seguridad activa y pasiva, pues sin importar que por esta versión se tengan que pagar $17,5 millones (precio de lista), lo más avanzado que ofrece son dos airbags y frenos ABS.

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