SANTIAGO.- Por segunda vez en la historia desde que se constituyó la sociedad anónima de Blanco y Negro,
Aníbal Mosa se erigió como el nuevo presidente de Colo Colo tras la renuncia de Gabriel Ruiz-Tagle.
El puertomontino, quien arriba a la testera alba con Harold Mayne-Nicholls como vicepresidente ejecutivo, resultó electo en una maratónica jornada llena de dramatismo y sucesos inesperados.
Todo comenzó muy temprano en Macul. Más específicamente en la Casa Alba, lugar elegido para llevar a cabo la junta de accionistas en la que ya era de conocimiento que Ruiz-Tagle dejaría su cargo.
Mosa llegó con antelación
A eso de las 09:25 de la mañana, Mosa se apareció por Pedrero. Fue uno de los primeros directivos en llegar, en una clara muestra de querer resultar electo lo más rápido posible.
Poco a poco fueron llegando cada uno de los participantes de la cita. Si bien el inicio de la junta estaba pactado para las 10:30, arrancó con 20 minutos de retraso. Cerca de 150 personas sentadas en una carpa contigua a la Casa Alba y en la que antes de comenzar, tuvo algunos encontrones entre algunos accionistas minoritarios. "¡Esto es un club de fútbol, no una empresa!", se escuchó en el lugar. Pero no paso a mayores.
La exigencia de última hora
Los minutos transcurrían y la postulación del bando de Mosa sufrió un percance de última hora. La junta, en una decisión inesperada y que no se había dado en las últimas elecciones albas, determinó que las cartas de cada postulante al directorio debían estar firmadas.
Faltaban las firmas de Mayne-Nicholls y Pablo Morales, quienes ni siquiera se encontraban presencialmente. Esta situación motivó un receso a las 11:30 horas.
Se dio un plazo de 15 minutos de espera, por lo que Mosa entró en nerviosismo. Salió raudo e hizo un par de llamados para agilizar los tiempos y cumplir con lo requerido. Mayne- Nicholls llegó al filo (11:40) y Morales apareció sólo a estampar su rúbrica para retirarse nuevamente.
Emplazamiento de la Corporación y el receso más largo de la jornada
Eran las 13:00 horas y ya se conocía los nombres de los nuevos directores del cacique: Mosa, Mayne-Nicholls, Morales, Alfredo Stöhwing, Diego González, Ángel Maulén, Carlos Cortés, Edmundo Valladares y José Daniel Morón.
Parecía todo sentenciado y sólo faltaba decidir al mandamás, pero otro hecho inesperado aconteció: Los estatutos de la junta señalan que debe existir la venia de los nueve directores. Por lo mismo, el presidente del Club Social y Deportivo, Edmundo Valladares, se lanzó contra los ausentes del bloque oficialista (Stöhwing, González, Maulén y Cortés) y calificó como "impresentable" su desinterés.
Esto retrasó el suspenso hasta las 19:00 horas en la propia Casa alba. La última sesión se resolvió de manera rápida y en media hora, Aníbal Mosa se impuso en los escrutinios por 5-4 y de esta manera fue oficializado como el nuevo presidente del Cacique en una jornada que estuvo llena de imprevistos...