SANTIAGO.- Después de una serie de críticas por parte de la oposición, este lunes, el Gobierno presentó una nueva propuesta de salario mínimo. Así, tras un proceso "bastante intenso", el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, explicó que la nueva proposición incluye tres modificaciones a la hecha inicialmente. Ideas que, para los expertos son "razonables", pero "arriesgadas".
En primer lugar, el Ejecutivo planteó una mejora del aumento que se concretaría en el pago del sueldo de agosto. De esta forma, mientras la primera propuesta planteaba una mejora del actual salario base por un total de $7.500, ahora la iniciativa va por un alza de $10.000.
Así, de ser aceptada la moción, el sueldo mínimo ($276.000), subiría a $286.000 inmediatamente y no a $283.500 como se pensó en un inicio.
En segundo lugar, el Gobierno se abrió a lo planteado por la DC y aceptó adelantar la fecha en que se pretende llegar a los $300.000. Si en un principio Larraín propuso alcanzar dicho monto en julio de 2019, ahora la propuesta plantea como meta el mes de marzo.
Por último, respecto a la plurianualidad de la discusión de este tema, la iniciativa ya no es a cuatro años, sino que a dos y medio (2021). Así, los reajustes se darían de la siguiente forma: en marzo de 2020, 2% más inflación pasada y en 2021 se realizaría una nueva negociación.
La opinión de los expertos
"Es una propuesta bastante optimista por parte del Gobierno, porque si bien las expectativas de crecimiento para este año mejoraron, el ministro de Hacienda ha sido bastante cauto al respecto. Por eso, creo que fue un poco arriesgada la medida", comentó a Emol el economista Francisco Aravena.
En ese sentido, y considerando lo "arriesgada" de la propuesta, el también académico de la Universidad San Sebastián señaló que "los $300.000 que se proponen para el próximo año podrían ser considerados osados dada la propuesta inicial del Gobierno, la cual no era tan agresiva".
"Aquí lo importante a destacar es que todo este aumento es permitido porque las expectativas de crecimiento también son favorables"
Francisco Aravena, economista y académico de la U. San Sebastián
Llegado a este punto, Aravena enfatizó que, más allá de las presiones a las que se enfrentó el Gobierno y que hicieron que finalmente mejorara su oferta inicial, "el principal problema que uno tiende a detectar en este tipo de cosas es que podría darse algún efecto o un desincentivo a la contratación que genere más desempleo, ese es el mayor riesgo que uno podría observar cuando se dan aumentos tan fuertes en el salario mínimo".
Tomás Flores, ex subsecretario de Economía, evalúa la propuesta con una mirada centrada netamente en la expansión del PIB de Chile: "Creo que dada la evolución creciente que está teniendo la economía chilena y la recuperación del empleo, es razonable poder alcanzar ese nivel de sueldo a fines del primer trimestre del próximo año sin que ello genere efectivamente un desequilibrio significativo en el mercado del trabajo".
"El escenario base de la propuesta del Gobierno supone una expansión del PIB entre 2 y 4%, pero si la economía crece 5%, por ejemplo, el reajuste del salario mínimo subiría también un punto"
Ministerio de Hacienda
Por su parte, para el economista Alejandro Alarcón, se trata de un monto "bastante acotado, pero razonable dado el impacto que tiene en los adultos mayores y los jóvenes".
En esa línea, Alarcón opinó que "me parece que hay que insistir en el tema de fondo, de que cualquier aumento en el salario mínimo va a ser considerado poco y que no es la solución para la gente que tiene mayores necesidades".
"Hay que concentrarse en aquellos sectores más pobres para ver cómo asistirlos con bienes públicos de calidad y eso todavía no es posible tenerlo claro porque está pendiente el tema del ajuste fiscal y su delicada situación después del Gobierno anterior", declaró.
La plurianualidad a menos de tres años y las pymes
Respecto a la baja en la plurianualidad de la discusión, Aravena interpretó que "el que ahora sea de dos y medio y no de cuatro años, permite visualizar cómo está el estado financiero y las perspectivas de crecimiento real".
"Es difícil proyectar a cuatro años lo que pueda suceder, entonces esta nueva propuesta hace que sea más realista el reajuste", agregó el economista.
Para Alarcón, más allá de que ahora sean tres años y no cuatro, el hecho de que se esté buscando que el debate sea plurianual "es muy bueno, excelente".
"Creo que uno de los grandes perdedores en estos reajustes son las pymes porque están en la última línea y con estas alzas no hay incentivos para contratar gente ni incentivos para escalar. Creo que la plurianualidad de cuatro años permitirá una planificación mejor a largo plazo", concluyó.
En ese sentido, Flores recalcó que, para que esta iniciativa no perjudique a las pymes, "es muy importante el ritmo de recuperación que está teniendo la economía chilena en términos de que este año probablemente va a crecer más de 4%, con una recuperación importante de la inversión y en donde el comercio, sobre todo el comercio de pequeñas y medianas empresas es muy demandante de personas de salario mínimo".
"Esas empresas van a tener mejores salarios en términos de sus ventas, que le van a permitir poder afrontar este incremento", sólo si la recuperación se solidifica y el crecimiento se mantiene en los niveles que estamos viendo.