Hasta hace algunos meses era común oír a chilenos contando lo "barato" que había sido viajar a Argentina. Y es que los precios en el país trasandino -al compararlos con los de este lado de la cordillera- llegaron a tal nivel que incluso se vio a compatriotas haciendo el famoso "turismo de supermercado", que consistía en llenar carros con mercadería antes de volver. Esa realidad, no obstante, quedó atrás. Y estaría lejos de volver.
El ajuste que está aplicando el presidente Javier Milei llevó a la inflación anual a acelerarse al 288% en marzo, versus el 104% de hace exactamente hace un año. La subida de los precios, de hecho, revirtió lo que se veía hace algunos meses: ahora son los argentinos quienes hacen fila para cruzar a Chile en busca de mercaderías baratas.
Turismo que podría decaer
La situación, de algún modo, está quitando un atractivo importante que tenía Argentina para los turistas de otros países, sobre todo de latinoamérica, quienes notan como los precios subieron. Situación que amenaza con afectar una fuente clave de ingresos por turismo, considerando que los extranjeros que dejaron US$3.200 millones el año pasado en el país están optando por otros destinos.
Una nota de Bloomberg de cuenta de lo que ocurre, por ejemplo, con los países vecinos. Las reservas de viajes de Uruguay a Argentina comenzaron a caer en enero y ahora son un 50% más bajas que hace un año, dijo Gonzalo Rodríguez, quien dirige la agencia de viajes Carrasco Viajes en Montevideo.
Rodríguez dice que la disminución es influenciada por la devaluación monetaria del 54% ejecutada por Milei y la menor diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, un factor que hizo que Argentina fuera muy asequible para los extranjeros pero aisló a la economía y al Gobierno anterior.
Indicó, además, que se convierte en un destino menos atractivo por una brecha casi inexistente entre los tipos de cambio oficiales y paralelos, y el notorio aumento de los precios. Argentina empieza a tener precios como Brasil, Chile y otros destinos alternativos de la región.
Así, hoy una canasta de 60 productos básicos cuesta un 33% menos en la ciudad Argentina de Concordia frente a su vecina uruguaya de Salto. En septiembre pasado la diferencia era de 64%, según una encuesta de la Universidad Católica de Uruguay.
De este modo, un gasto menor de los visitantes extranjeros podría ampliar un déficit de servicios turísticos que superó los US$1.200 millones el año pasado debido a la inclinación de los argentinos ricos por los viajes internacionales que compensan todo el turismo entrante.
Según el medio citado, las ventas de viajes a Argentina, especialmente viajes más cortos a Buenos Aires, han caído hasta un 20% respecto al año anterior en la uruguaya Cisplatina Turismo, con sede en Montevideo, dijo la directora ejecutiva, Laura Leiza.
La ejecutiva destacó, así, que aún es más barato cenar en Buenos Aires que en Montevideo, pero si Argentina empieza a encarecerse, competirá con el clima y las playas de Brasil.
Los precios en comparación con Chile
El alza en los precios en Argentina se ha hecho notar con fuerza en los últimos meses, y la diferencia con los precios en Chile no es demasiada. Al compararlos en la web de Jumbo, es posible tener una idea de lo que ocurre.
Una papas fritas Lays de 350 gramos, por ejemplo, cuestan en Chile $3.289, mientras que en Argentina las de 330 gramos están a $4.070 (con un descuento).
"En términos nominales, lo que vemos que está pasando en Argentina con respecto al precio del dólar es bastante parecido a lo que está pasando en Chile. Están en ambos países cercanos a los 900 pesos. Y por otro lado, el tipo de cambio respecto al peso argentino en Chile está dependiendo el lugar entre 0,8 o 1,4 pesos por peso argentino. Esto quiere decir que uno puede comprar un peso argentino por aproximadamente 1 o 1,2 pesos chilenos", explica Esteban Viani, economista y académico de la Universidad Autónoma.
Añade, en esa línea, que "podríamos decir que lo mismo a nivel nominal solamente, sin contar impuestos y todo tipo de aranceles que nosotros podamos ver para las importaciones, un bien que en Chile cuesta 1000 dólares, en Argentina debiera significar en términos de poder adquisitivo algo parecido. En ese sentido, yo diría que los precios en Argentina con respecto a Chile deberían estar convergiendo".
Por último, indica que "a medida que esto vaya liberándose, es decir, que el tipo de cambio deje de estar totalmente controlado en Argentina, vamos a ver que probablemente los precios sigan subiendo. Conforme a esto también, nosotros vamos a ver que el peso argentino se va a ir apreciando. Es decir, que a lo mejor de aquí a fin de año el peso argentino comienza a subir y para nosotros va a volver a ser más caro que ahora comprar un peso argentino".
Desde la Universidad de los Andes, en tanto, el académico de la Facultad de Ciencias Económicas, Juan Nagel, recalca que "lo que podemos esperar es que esa diferencia de precios vaya desapareciendo, y que los precios en Argentina converjan a los de sus vecinos".
Asegura, además, que "hay mucha inestabilidad. Todo depende del curso que tomen las reformas de Milei, que no tiene para nada asegurada la aprobación de sus reformas en el Congreso".
