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Científicos de la U. de Chile crean dispositivo de bajo costo para determinar riesgo de contagio por covid-19 en espacios cerrados

Los niveles dióxido de carbono también puede alertar sobre la buena o mala ventilación que existe en un espacio, y este aparato entrega información dinámica y en tiempo real.

06 de Junio de 2021 | 15:32 | Por Daniela Toro, Emol
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Francisco Förster y Ricardo Finger, creadores del dispositivo.

Universidad de Chile.
El llamado de la autoridad sanitaria ha sido permanente: evitar los espacios cerrados y ventilar frecuentemente, especialmente en esta época de invierno, son parte de los cuidados que las personas deben tener para evitar contagios de covid-19.

Si bien la advertencia es clara, investigadores de la Universidad de Chile afirman que no basta con conocer los parámetros que actualmente se utilizan, como por ejemplo, los metros cuadrados de un recinto. Por eso, fueron más allá frente al rol clave que juega la ventilación en la pandemia, y diseñaron un dispositivo capaz de determinar cuán seguro puede ser un lugar cerrado de forma dinámica y en tiempo real.

Se trata de una iniciativa impulsada por científicos del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) y del Centro Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) de la Universidad de Chile, quienes crearon y diseñaron un aparato, de bajo costo, capaz de medir los niveles de dióxido de carbono existente en un lugar cerrado, para así determinar qué tan ventilado y, por consiguiente, qué tan riesgoso puede ser estar en de una oficina, un laboratorio, una sala de clases, o cualquier otro espacio cerrado ante la exposición de algún contagio viral.

El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, señaló que "desde el inicio de la pandemia hemos estado a disposición de la comunidad, buscando y proponiendo soluciones para abordar la pandemia y sus consecuencias. Dispositivos como éste permiten tener evidencia fundamental para evaluar políticas paulatinas que no causen un agravamiento de la situación actual". Además, el invitó a quienes toman decisiones, a considerar este tipo de propuesta como parte de las soluciones al manejo de la pandemia.

Cómo funciona el dispositivo


Uno de sus creadores, el doctor en Astronomía de la Universidad de Oxford, e investigador del CMM, Francisco Förster, explica que "el corazón del dispositivo es un sensor que mide la concentración de CO2, emitiendo luz infrarroja que es absorbida por las moléculas de dióxido de carbono en el aire". Esta medición se despliega en una pantalla, y cuando la concentración supera un umbral de 700 partículas por millón, se activa una señal de alarma.

Por su parte, Ricardo Finger , doctor en Ingeniería Eléctrica e investigador del CATA de la Universidad de Chile, también autor del dispositivo, explicó que "actualmente confiamos mucho en el uso de aforos reducidos, pero no está bien dirigido al problema de fondo, que es la recirculación y el reuso del aire que respiramos".

La concentración de CO2 que detecta este sensor, así como la temperatura y humedad, son transmitidas por señales de radio a una central, que puede monitorear al mismo tiempo a decenas de sensores. "La central está conectada a internet vía wifi, y es la encargada de subir los datos a la nube. Una vez en ella, los datos pueden ser consultados por una interfaz que alimenta una página web donde es posible consultar los valores históricos de cualquier sensor de la red", complementó Förster.

El CO2 y la ventilación, claves para el control de la pandemia


Una serie de estudios recopilados por el Laboratorio Internacional de Calidad y Salud del Aire sugieren que la propagación del coronavirus ocurre principalmente a través del aire, a través de los aerosoles respiratorios emitidos por las personas. Por eso la importancia de analizar el nivel de dióxido de carbono, que refleja qué tan ventilado puede estar un lugar.

"Debemos movernos de un aforo estático, basado en los metros cuadrados la superficie, a un aforo dinámico basado en la calidad del aire medida en el lugar y en tiempo real".

Ricardo Finger, investigador del CMM
La creación de este sensor surgió a partir de la premisa de que los lugares de mayor riesgo de contagio serían aquellos con mala ventilación, ocupados por un gran número de personas, y en principio, está pensado para instalarlo en las salas de clases.

Finger afirma que, en base a este proyecto y a la evidencia científica que hay detrás, "debemos movernos de un aforo estático, basado en los metros cuadrados la superficie, a un aforo dinámico basado en la calidad del aire medida en el lugar y en tiempo real". En tanto, Förster agrega que "la única forma de salir de esta pandemia es usando la evidencia científica, la que sugiere que el contagio aéreo es una de las principales vías de contagio".

Actualmente existen dispositivos capaces de leer los niveles de CO2 en un ambiente controlado, pero a precios muy elevados que bordean los 400 mil pesos cada uno. Además, otros lectores no almacenan sus datos en una nube, ni emiten señales en tiempo real para mitigar la falta de ventilación de un lugar.

Este lector de dióxido de carbono (www.co2uchile.com), creado por investigadores del CMM y del CATA, fue desarrollado como prototipo y espera ser comercializado en establecimientos educacionales en el corto plazo. Según dicen, ya cuentan con el interés de colegios y universidades, donde han podido medir su efectividad.

Dispositivo para medir la concentración de CO2 en espacios cerrados, creado por los investigadores Francisco Förster y Ricardo Finger. Foto: U. de Chile.
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