SANTIAGO.-
Yago Riedijk (27) tenía una vida tranquila junto a una familia de clase media en
Holanda, cuando en 2014, a sus 23 años, decidió escapar a Siria para ser uno de los combatientes, llamados yihadistas, del
Estado Islámico.El holandés hoy
se arrepiente de sus actos y pide ser aceptado en el país europeo, para poder criar a su hijo recién nacido junto a su esposa
Shamima Begum y volver a tener una vida normal, enfrentando los cargos que se le impongan por haber pertenecido al grupo terrorista.
A pesar de que no ve a su esposa desde hace más de un mes, ya que se encuentra en un centro de detención kurdo al norte de
Siria, y podría enfrentar
penas de cárcel por su rol dentro del grupo terrorista, declaró en un entrevista la semana pasada que espera poder volver a estar con su familia en Holanda, junto a Shamima y su hijo.
La historia de ambos jóvenes comenzó diez días después de haberse conocido en el campamento islámico en Siria, cuando Yago tenía 23 años y Shamima 15. A pesar de que en un principio el hombre tenía
dudas de contraer matrimonio con la británica debido a su corta edad, decidió hacerlo ya que fue
ella quien habría solicitado como esposo a un hombre que hablara su idioma.
"Para ser honesto, cuando mi amigo me dijo que había una niña interesada en casarse, no estaba dentro de mis planes por su edad, pero
acepté la oferta de todos modos", relató Yago en la entrevista, agregando que la consideraba una persona con un "buen estado de ánimo".
Con el pasar del tiempo, Yago se fue dando cuenta de los privilegios que tenía cuando vivía junto a su familia, por lo que señaló que le encantaría
volver a la misma rutina en su país. "Comprendo que mucha gente tiene problemas con lo que hice en el pasado y lo entiendo perfectamente", sostuvo.
"Tengo que
asumir la responsabilidad por lo que hice y cumplir sentencia, pero espero poder volver a tener una vida normal y poder criar a mi familia", señaló durante la entrevista.
Según informó el
Daily Mail, el hombre admitió haber luchado por el Estado Islámico en un "corto período de tiempo", pero ahora asegura que él y su esposa
cometieron un error al haberse unido al grupo terrorista.
"Me arrepiento mucho de lo que hice, la vida miserable que viví junto al Estado Islámico. Ahora
quiero mejorarme, y ojalá un día poder volver a la vida que tuve antes y estar con mi familia", aseguró el joven.
En relación a su esposa, Yago relató que a pesar de que no la ve desde hace más de seis semanas,
él irá donde ella esté y si es aceptado nuevamente en Holanda, solo irá si puede ingresar junto a Shamima y su hijo.
Los intentos de dejar Siria
Shamima Begum escapó de Reino en 2015 para ser parte de las esposas de combatientes del EI y hace más de un mes ha estado
intentando volver a ser admitida como ciudadana británica junto a su hijo recién nacido y poder cuidarlo bajo el sistema de salud inglés.
La historia de la madre causó gran revuelo entre los ciudadanos, políticos y el
Gobierno inglés, quienes
rechazaron la solicitud de la joven y aseguraron que al haber apoyado a una organización terrorista en el extranjero, no dudarán en evitar su regreso.
Para Yago, es una
"tristeza" que su esposa haya perdido la ciudadanía británica, pero entiende el temor por parte de los gobiernos hacia los combatientes extranjeros y sus familias. A pesar de esto, no cree justo el haber dejado a una mujer joven
"pudriéndose en un campamento", quien ya perdió a dos de sus hijos y ha vivido los "horrores del EI".
Begum y su esposo tuvieron
tres hijos juntos, pero los dos primeros
murieron de enfermedades y desnutrición al poco tiempo de nacer, debido a las malas condiciones en las que vivían.
"No creo que sea una decisión muy humanitaria, no lo es. Shamima no es una persona peligrosa para nadie, pero cometió un error y tendrá que vivir las consecuencias. Nunca hizo nada más allá de ser una esposa", sostuvo el ex combatiente.
Yago pidió el corresponsal de la
BBC, encargado de llevar a cabo la entrevista, que si tenía contacto con su esposa Shamima le enviara un
mensaje. "
Dile que la amo y que tenga paciencia. Espero que pronto podamos estar juntos y que ojalá las cosas puedan salir bien", dijo el joven.
Por su parte, el
Ministerio de Justicia holandés aseguró que los ex combatientes que escaparon del país para unirse al EI,
no recibirán la ayuda del Gobierno para volver a entrar al territorio, pero si Riedijk se entrega en una embajada holandesa o consulado, será enviado a la nación para
recibir las penas respectivas por sus actos.