Sin someterse a ningún tipo de tratamiento, un ingeniero agrónomo –Luis Eugenio Bernardo- le ofreció una estampa del fundador del Opus Dei que había sido recientemente beatificado y lo invitó a que le pidiera su intercesión. La curación se produjo ese mismo año 92.
Los consultores médicos y teólogos, finalmente, resolvieron que la curación de la “cancerización de radiodermitis crónica grave en su 3º estadio, en fase de irreversibilidad”, padecida por Nevado, fue muy rápida, completa y duradera; “científicamente inexplicable”.
Es así como en febrero de 2002, el Papa Juan Pablo II aprobó su canonización que quedó fijada par el 6 de octubre de ese año. A la ceremonia asistieron más de 3 mil 900 fieles chilenos.

