En ese tiempo, San Josemaría, quien padecía diabetes, tenía una delicada salud y por eso, durante su estada, le realizaron exámenes de sangre que fueron informados por el doctor Raúl Croxatto. El profesional comentó más tarde, y tras escucharlo en una de sus tertulias, que era “impresionante” que una persona con esos índices tan negativos pudiera realizar tantas actividades.
Escrivá de Balaguer puso fin a su visita el 8 de julio para continuar con su gira programada hacia Lima.

