CONSOLIDACION INTERNACIONAL

Puede considerarse que una primera etapa de este certamen culminó en 1979, cuando sus estatutos fueron aceptados por la Federación Mundial de Concursos Internacionales de Ejecución Musical, en su congreso realizado ese año en Varsovia. En otras palabras, la seriedad, profesionalismo y nivel del concurso quedaban garantizados con la homologación de su normativa a estándares internacionales.

La Federación Mundial de Concursos Internacionales de Música, fundada en 1957, tuvo como origen a once concursos fundadores: Bolzano, Génova y Vercelli (Italia), Bruselas (Bélgica), Budapest (Hungría), Ginebra (Suiza), Munich (Alemania), París (Francia), Poznan y Varsovia (Polonia), Praga (Rep. Checa).

A éstas se fueron sumando otras competiciones, en su inmensa mayoría en Europa, siendo el Concurso Internacional de Ejecución Musical “Dr. Luis Sigall” el único de América Latina de esta selecta organización.

Tras las correspondientes visitas inspectivas, el concurso viñamarino pasó a ser definitivamente miembro de la Federación en 1981, lo que le significó un importante respaldo en diversos aspectos, al tiempo que se incrementaron los contactos internacionales, de los que por lo general se encargaba el propio Izidor Handler, lo que repercutía en una mayor presencia de jurados y concursantes extranjeros.

También se fue incrementando la cantidad de participantes. De los siete pianistas que acudieron a la primera versión de 1974 se pasó a 13 participantes en el Concurso de Cello de 1977; a 15 concursantes en 1980 (Violín), a 27 en 1982 (Piano) y a 30 en 1984 (Canto), la versión que registra mayor concurrencia.

Entre los participantes descubiertos en este concurso destacan algunos nombres que después han seguido carreras internacionalmente reconocidas, como el pianista canadiense Jon Kimura Parker, ganador de la versión 1982; el músico alemán Thomas Müller-Pering, ganador de la primera versión de guitarra, en 1983 y la soprano estadounidense Renée Fleming, segundo lugar en 1984.

Sin embargo, hay que mencionar la frustración que produce en nuestro público, el hecho que intérpretes chilenos nunca hayan logrado un primer lugar en esta competición.

No obstante, han pasado una importante cantidad de músicos nacionales que después han tenido una destacada carrera dentro y fuera de nuestras fronteras. Entre ellos: el cellista Carlos Ramón Dourthe, quien participó en 1977, obteniendo el tercer lugar; la soprano Cecilia Frigerio (1979 y 1984); los pianistas Luis Alberto Latorre y Alfredo Perl (1982, este último mención honrosa); el guitarrista Octavio Lafourcade (1983); la soprano Marcela Holzapfel (1984); el cellista Emmanuel López (1986, mención honrosa); el pianista Felipe Browne (1987); el guitarrista Luis Orlandini (1988); los pianistas Alexandros Jusakos y Michio Nishihara (1997); las sopranos Paula Elgueta y Maureen Marambio (1998, ambas con mención honrosa) y el guitarrista José Antonio Escobar (mención honrosa, 1999).

El esfuerzo organizativo que requería el Concurso llevó al Municipio de Viña del Mar, por iniciativa de la alcaldesa Eugenia Garrido Álvarez de la Rivera, a gestionar el traslado institucional desde Arlegui 777, donde funcionaba originalmente el equipo de trabajo, para entregar en comodato a la Corporación Cultural de Viña del Mar, el espacio ubicado en calle Arlegui 683.

Tras el fallecimiento de uno de sus artífices, el doctor Luis Sigall, en 1982, este certamen adoptó desde ese mismo año su nombre. Pocos años más tarde, para honrar al otro gran artífice, el primer premio del concurso lleva el nombre de Izidor Handler, quien falleció en Linz, en abril de 1987.