Si se asume a la Quinta Vergara como el hábitat natural para la balada de amor, contar con un cantautor como Ricardo Cocciante no puede sino considerarse una cumbre. En 1979, el nativo de Saigón (Vietnam) llegó a Chile con un considerable éxito europeo acumulado, ya habiendo publicado –en italiano y español- canciones como “Margarita”, “Bella sin alma” y “No canto”. Su melena agitándose sobre el piano blanco dispuesto sobre el escenario de Viña, cerrando los ojos para cantar versos como “ahora desnúdate / sabes hacerlo bien” con lo que parecía auténtica furia es una imagen inolvidable del certamen, a la cual es recomendable recurrir en tiempos de lágrimas embotelladas y versos medidos. Volvería en 1994, pero es ésta su presentación más valiosa.
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