En un estupendo momento profesional (aún a cargo de la promoción del estupendo disco "The real thing"), el cuarteto californiano llegó a Chile sin planearlo, luego de un llamado de última hora que coincidía con su visita al festival "Rock in Rio". Los organizadores querían cerrar una jornada con un espectáculo de gusto juvenil, pero sus consejeros jamás previeron que los gritos de Mike Patton vaciaría la Quinta, dejando apenas a un centenar de fanáticos bien informados. Con una corbata a medio anudar, Patton se convirtió en el catalizador local de un momento de cambio en el rock mundial, justo a tiempo para el auge del grunge; una voz de actitud inédita sobre escenarios chilenos, que motivó al comentarista Ítalo Pasalacqua a titular al día siguiente en el diario "La Segunda": PLEASE, NO MORE.