Una participación insólita, cuando todo era balada y música de baile. Un grupo rock de verdad, llegado a Chile por única vez en el "peak" de su carrera, ya con cuatro discos editados y a poco de preparar el clásico "Synchronicity" (1983).

La prensa miró con desconfianza al trío, calificándolos de “pedantes”; mucho más luego de que el baterista Stewart Copeland tirara al suelo las dos banderas (de Chile e Inglaterra) que encontró sobre la mesa para la conferencia de prensa. “No creemos en las banderas”, dijo. La primera visita de Sting a Chile le sirvió para enterarse sobre nuestro proceso político: de su encuentro con las madres y esposas de los detenidos-desaparecidos surgiría luego el tema “They dance alone”, incluido en su disco solista "Nothing like the sun" (1987).

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