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Cambio climático y la industria de la carne: Expertos, actores y autoridades abordan la sustentabilidad del sistema ganadero

En medio de las alarmas en torno al calentamiento global, el último informe del IPCC de la ONU llamó, entre otras cosas, a "cambiar la dieta hacia una con menos consumo de alimentos de origen animal" para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

04 de Septiembre de 2019 | 08:01 | Por Patricia Marchetti Michels, Emol
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El Mercurio
"La reducción de los gases de efecto invernadero de todos los sectores es fundamental si se quiere mantener el calentamiento global por debajo de los 2°", afirmaba hace unas semanas el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Sin embargo, fue uno de los siete capítulos del documento el que más eco generó: el titulado "Seguridad alimentaria".

En 200 páginas, 31 expertos internacionales - de los 53 que participaron del informe total- abordaron distintos temas relacionados a la dieta del ser humano y los sistemas de producción de alimentos. Y tras una revisión de más de 800 trabajos (todos detallados en más de 80 páginas de bibliografía), una de las conclusiones expone: "Cambiar la dieta hacia una con menor consumo de alimentos de origen animal reduce la la necesidad de criar ganado y cambia la producción de cultivos de alimentos para animales a alimentos para humanos (...) esto reduciría las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI)".

Es que, de acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la contaminación por el metano que se genera durante la digestión de las vacas y otros rumiantes, causa el 37% de los gases de efecto invernadero de la ganadería, sector que representa el 15% de todas las emisiones vinculadas a la acción humana.

Tras la publicación del informe, y también en medio del catastrófico incendio que ha consumido más de 500 mil hectáreas de Amazonía, los cuestionamientos en torno al consumo de carnes, especialmente de las rojas, se ha intensificado. Así, y sin abordar el debate respecto al bienestar animal, Emol conversó con diversos actores del área, autoridades de Gobierno y expertos para analizar el documento del IPCC, la industria ganadera en Chile y el mundo y sus efectos en torno al calentamiento global.

El principal problema: la sustentabilidad del sistema

La producción mundial de carne alcanzó los 336,4 millones de toneladas en 2018, un 1,2% más que 2017, según datos de la FAO. Se trata de una cantidad casi cinco veces más grande que la que se producía a principios de la década de los '60 y las proyecciones indican que la demanda seguirá registrando fuertes alzas de la mano con el aumento de la población.

Según Bloomberg, el consumo de proteínas animales crecerá más de 70% hasta 2050 y, pese al reciente auge del mercado vegano en el mundo, los productores cárnicos permanecen "impávidos" y aseguran que dichos productos jugarán más bien un rol "complementario" y no competitivo para la industria animal.

"Estamos en una cultura de consumo de recursos monstruosa y los países más ricos son los que más consumen (...) lo que necesitamos es un cambio a nivel mundial de estilo de vida hacia uno de mucho menor consumo de recursos, de mucho menor consumo de combustible, de menor gasto en general de los recursos que se nos están acabando y que, en gran parte, son los responsables de las emisiones"

Rafael Larraín, profesor de la Facultad de Agricultura de la PUC

Sin embargo, si en algo coinciden tanto productores de carne, como el informe del IPCC y los expertos en materia agrícola, es que "es necesario un giro de la industria hacia un sistema más sustentable, donde los alimentos de origen animal se produzcan de forma sostenible en sistemas que generen pocas emisiones de gases de efecto invernadero".

"La producción agropecuaria utiliza el 30% de la superficie libre de hielo (FAO 2006) y entre el 20-33% del agua potable del planeta", expone a Emol la doctora en Ecología de la PUC, Vanessa Weinberger. "Para mí, este informe es más de lo que ya se sabe, porque los científicos vienen diciéndolo desde hace tiempo, pero nadie escucha y hay que tomar consciencia de que es demasiada la cantidad de tierra, de agua, de energía, que se usa para que vivan los animales de los que se alimenta el humano".

En ese sentido, la posdoctorante del Centro GEMA de la Universidad Mayor explica que "el gran problema de las vacas es que emiten metano y el metano es un GEI 84% más fuerte que el CO2. Al haber tantas vacas en el mundo, la cantidad de metano que se está produciendo es realmente preocupante. Todo esto sin considerar que la ganadería está asociada al consumo de petróleo para manejar, trasladar y mantener a estas poblaciones de animales, más los desechos tóxicos que generan".

El académico y profesor de la Facultad de Agronomía de la PUC, Rafael Larraín, enfatiza que "mucho más importante de qué se come, es cómo se produce lo que se come. En el fondo, si el sistema de producción de carne, sobre todo la bovina, fuera más sustentable, esto no sería tema. Y en ese sentido, es absolutamente necesario un cambio, de todas maneras".

70% de la deforestación del Amazonía es resultado de la industria agropecuaria según la FAO en un informe de 2006

El experto en uso de suelos recalca que "los sistemas de agricultura tradicional, los sistemas de monocultivo, los sistemas full fertilizantes, full herbicidas, full pesticidas, están destruyendo los suelos, están generando contaminación, son sistemas que demandan muchos combustibles fósiles para producir los fertilizantes, para aplicarlos y, al final, no existirían sin ellos".

Así, frente a las cifras de CO2 que genera la industria ganadera, Larraín sostiene que "podemos hacerlo mucho mejor y los sistemas que desarrollamos de los '60 en adelante son dañinos y emiten mucho, pero dentro del contexto global el efecto no es tan importante", dijo haciendo alusión a que industrias energéticas y extractivas contribuyen mucho más al calentamiento del planeta por sus grandes cantidades de emisiones.


El caso chileno

En el mundo existen dos grandes sistemas de producción de carne de vaca: de pastoreo o feedlot. Así, el mundo cárnico tiene también su propia batalla, algo así como lo que pasa en el mundo de los huevos de gallinas. Mientras en el primer formato los bovinos viven en praderas -los metros cuadrados dependen de cada país y en muchos no hay una regulación al respecto-, en el segundo están encerrados en galpones o corrales donde viven su proceso de engorde.


Francisco Meza, miembro del Centro de Cambio Global UC que participó del último informe del IPCC, explica que en un sistema feedlot es mucho menos sustentable que uno de pastoreo. Lo anterior, porque las emisiones de los animales no son absorbidas por el mismo suelo en el que viven. Así, sistemas como los de EE.UU. son considerados "emisores netos", porque funcionan casi en su totalidad bajo la modalidad del corral.

Rafael Lecaros, gerente general de Faenacar -la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile- se mostró preocupado ante los comentarios que ha generado el informe y dijo que "lo importante que tiene que entender la opinión pública es que nuestra ganadería en Chile es a pasto".

"No puedo hablar por el mundo, pero yo creo que a nivel global no se está dando una ganadería sustentable. Hay gente que produce carne con feedlot y eso es con puros concertados y no son sistemas de producción sustentables, la huella es muy potente. Entonces, lo que tiene que pensar el mundo es cómo producimos alimentos en forma sustentable"

Antonio Walker, ministro de Agricultura

"El pasto es una planta que absorbe CO2, todas las praderas absorben CO2, hay un vacuno por hectárea, o sea, un vacuno si bien es cierto genera gases de efecto invernadero, el pasto donde está captura más gases de efecto invernadero por hectárea de lo que genera el animal", dijo.

"En Chile impera el pastoreo, un animal pasa más o menos dos años de su vida alimentándose y sólo pasa en galpones los últimos 100 días, que es donde se le da este golpe energético con granos. Pero estamos hablando de 100 días de un total de 600 u 800 días, y en un porcentaje que no debe ser más del 10% de los animales, el otro 90% está 100% engordado a pasto a libre disposición", afirmó.

Situación que también menciona el ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien detalla que el 95% de la carne de vaca producida en Chile se hace bajo el sistema de pastoreo, lo que provoca que "el sector silvoagropecuario sea carbono neutral". "Chile produce 111 mil kilotoneladas de CO2 en total y el sector silvo-agropecuario absorbe el 60% de esas emisiones. Somos lejos el ministerio que más CO2 absorbe".

De hecho, según el tercer Informe Bienal de Actualización sobre Cambio Climático, es el sector Energía el que genera el 78% de los GEI en Chile, debido principalmente al uso de carbón mineral, diésel y el consumo de combustibles para el transporte.

20% de las exportaciones de carne de Chile son de vacuno, el 80% restante es de cerdo y pollo

En dicho informe se detalla también que el sector Agricultura representó el 10,6% de las emisiones de GEI totales en 2016 (casi 12 mil kilotoneladas de CO2) , casi un 12% menos que en 2013 "debido mayormente a la baja de la población de ganado bovino y ovino que se ha registrado durante la última década". Y del dato de 2016, un 40% de las GEI son por el metano de los rumiantes.

Sin embargo, el sector "Uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura" es el único que consistentemente absorbe CO2 en Chile, convirtiéndolo en un sumidero de GEI. De hecho, en 2016 contabilizó -65 mil kilotoneladas de CO2. Por eso, considerando ambos sectores, se considera que el sector silvoagropecuario es carbono neutral.

Consultado por el informe que habla de una reducción del consumo de carne, el ministro Walker recalca que "la proteína animal nunca la vamos a reemplazar, el tema es cómo producir la proteína animal, eso es lo fundamental, y nosotros creemos que tenemos que ir hacia un sistema de producción de carne más sustentable".


"Chile es un importante exportador de carne porcina, alcanzando el puesto número 6 en volumen en 2018. Ese año se exportaron 150 mil toneladas de cerdo, 17% más que 2017", ODEPA.

Comer carne: "Un lujo ambiental"

Desde la Fundación Vegetarianos Hoy critican que los análisis hechos por los entrevistados se basan en la industria bovina, cuando las mayores exportaciones de Chile en este sector son del mercado del cerdo. Pese a lo anterior, la directora de la asociación, Ignacia Uribe, enfatiza que en Chile y el mundo, "comer carne es un lujo ambiental".

"Comer carne es un lujo ambiental, pero la gente no lo ve así y con razón, porque uno se puede comprar una hamburguesa por $1.000, entonces ¿cómo uno puede imaginarse que esa hamburguesa costó 3 mil litros de agua?"

Ignacia Uribe, directora Fundación Vegetarianos Hoy

"Producir carne es una forma muy ineficiente de producir alimento. Más del 70% de la deforestación del Amazonas se debe a la producción de carne y eso no es solamente para hacer pastar a las vacas, sino que también para plantar soya para alimentar a las vacas. Si nosotros redujéramos nuestro consumo de carne o lo elimináramos en un futuro, todo ese suelo se podría utilizar para plantar vegetales y alimentar directamente a la población y mucha más gente comería", dice.

En ese sentido, explica que "por kilo de carne se necesitan de 15 a 20 kilos de cereales. Y ahí hacerse la idea es fácil: piensa un kilo de lentejas a cuánta gente puede alimentar, versus un kilo de carne que se lo comen cinco personas en un asado el fin de semana". Según cifras del INIA, producir un kilo de legumbres requiere 50 litros de agua, mientras que producir un kilo de carne de vacuno necesitan alrededor de 13.000.

"Vemos riesgos en esto de los veganos. La carne bovina es necesaria para el organismo por un tema de desarrollo. Está demostrado que el cerebro humano se desarrolló gracias a la proteína animal, eso fue lo que desarrolló la inteligencia. Por eso que de repente en las tribus más humildes las madres entienden que lo más importante en el desarrollo de sus hijos es que coman carne. Es parte del desarrollo"

Rafael Lecaros, gerente general Faenacar

Por su parte, el líder de Faenacar rebatió que "nos preocupa que las personas que son veganas, que creen que están defendiendo el medio ambiente, no vean que al producir la misma cantidad o la cantidad de alimento necesaria para reemplazar a la proteína animal, van a degradar probablemente el doble de los suelos agrícolas para poder producir esa proteína de manera vegetal, entonces hay un contrasentido de repente, pero son opciones. Nosotros las respetamos".

¿Cambio cultural?

Si bien las proyecciones de la FAO y de Bloomberg apuntan a un constante aumento en el consumo de carne en el mundo, el incremento de personas que han optado por dejar de consumir productos de origen animal ha llevado a que empresas de todo el mundo lancen opciones veganas y/o vegetarianas. Desde la industria del calzado, hasta hamburguesas y lácteos.


Uribe de Vegetarianos Hoy es optimista y recuerda que la primera portada de la reputada revista The Economist este año llevaba por título "2019: El año del vegano". "Falta mucho aún, obviamente, pero hemos visto que hay muchas marcas y personas sumándose a este estilo de vida y no necesariamente definiéndose como veganos. Personas que son omnívoras han empezado a elegir la opciones sin productos de origen animal y eso es bueno".

"Lo importante es que aquí no se sientan presionados a dejar 100% la carne, obviamente que esa es nuestra meta e ideal, pero el mensaje principal es que se puede hacer un cambio en su alimentación y reducir los consumos de carne por el planeta y por su propia salud", agregó recalcando que "siempre recomendamos que cualquier cambio de hábito necesita hacerse, ojalá, supervisado por un profesional".

Por su parte, Weinberger de la U. Mayor plantea que más que transitar hacia el veganismo, "debemos darnos cuenta de la cantidad excesiva de carne que estamos comiendo. El consumo adecuado de proteína para el humano es de 56 gramos al día y se están consumiendo 112 gramos, no sé quién nos dijo que eso es necesario y sano".

14 kg de CO2 se calcula que se ahorran en un día sin consumir carne

Cabe recalcar que en 2018 el 6% de los consultados en la Encuesta Nacional del Medio Ambiente, realizada por el ministerio del Medio Ambiente, señaló que no incluye carne de vacuno, cerdo o pollo en su alimentación. Ese mismo año, la Organización Mundial de la Salud declaró a "los productos cárnicos procesados" como "carcinógenos para humanos" y llamó a reducir su consumo.
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