Era el 1 de abril, iniciaba el mes en que según las proyecciones del Gobierno se registraría el "peak" de contagios por coronavirus, en un escenario en el que pronosticaban hasta 100 mil al mismo tiempo. Y ese día, el ministro de Salud,
Jaime Mañalich, daba cuenta del
"talón de Aquiles" al que Chile se podría enfrentar: la disponibilidad de ventiladores mecánicos.
Así se reforzó la carrera por conseguir la mayor cantidad de respiradores posibles. El Ejecutivo tomó control de las máquinas existentes en el país, además de entrar en la lucha por la adquisición en el mercado internacional. El mundo empresarial ha hecho lo propio a través del fondo creado por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), poniendo como uno de sus foco traer al país más de estas máquinas.
Según dio cuenta hoy el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, en Chile actualmente hay 1.229 ventiladores y espera que para junio esta cifra aumente a 4.263. Esto, ya que por parte de privados se están comprando y donando 1.198 respiradores, sumado a que esperan reconvertir 583 máquinas de anestesia y ventiladores pediátricos y otros 704 ventiladores que habían sido dados de baja en el último tiempo.
Por último, acotó Zúñiga, "tenemos la posibilidad de que ventiladores de alta gama, es decir, modernos de alta eficiencia, puedan ser utilizados en más de un paciente y esto agrega 549 a la capacidad de ventiladores mecánicos para todo el país".
Pero la adquisición de nuevos ventiladores no ha sido una tarea sencilla, en medio de un escenario en donde los países más afectados no escatiman esfuerzos, al punto de que algunos han tratado de apropiarse de embarques que hacen escalas en sus territorios para sumar ventiladores a sus stocks sanitarios. Por eso el Ejecutivo en Chile ha manejado el tema con cautela, bautizando esto como "la guerra de los ventiladores".
"Cuesta conseguirlos"
El presidente de la CPC, Juan Sutil aseguró este jueves a Tele13 Radio que estos aparatos "no son baratos, cuesta conseguirlos, es bien difícil y hay que negociar y poner toda la astucia que está disponible", precisando que a la fecha el gremio ha confirmado la adquisición de 432 ventiladores "para poder empezar ya el movimiento de traerlos a Chile a partir de la próxima semana en el primer embarque".
Pero las gestiones para ello han sido complejas, considerando el escenario mundial en que se está privilegiando al mejor postor, y para conseguirlos Sutil expuso que "hemos logrado llegar directamente a la fábrica en algunos casos, en otros hemos tenido que comprar a terceros o a revendedores, también han pasado que algunas fábricas han rematado equipos al mejor postor, lo cual hace que suban de precio a veces al doble o triple".
"No son baratos, cuesta conseguirlos, es bien difícil y hay que negociar y poner toda la astucia que está disponible".
Juan Sutil
"Finalmente la buena noticia es que hemos logrado comprar dentro de lo razonable con gente seria", sostuvo, añadiendo que los equipos se están guardando en la embajada de Chile en China, donde van llegando diariamente "y de a poco, por un tema de seguridad".
"Un ventilador mecánico es una máquina que entrega respiración artificial a una persona con enfermedad respiratoria grave ya sea tomando el control total de la respiración o complementando la respiración natural del paciente", explicó hace algunos días a Emol el doctor Alejandro Guerra, coordinador de la Unidad de Paciente Crítico de la Clínica Ciudad del Mar.
Y, según detalló, existen dos tipo de estos aparatos: los invasivos y no invasivos, "y se diferencian por el modo en que los conectamos al paciente", y los invasivos son los que se utilizan en los casos de mayor gravedad. Asimismo, acotó que la ventilación mecánica, según la experiencia internacional, es utilizada entre el 5% y 10% de los pacientes contagiados por coronavirus.
Grandes fabricantes y precios
Los grandes fabricantes de respiradores artificiales en el mundo se encuentran principalmente en China, Estados Unidos y Alemania, y entre las firmas más destacadas asoman nombres como Medtronic,Philips, Draegerwerk y Getinge.
Según el director del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, ningún otro país tiene tantos respiradores por cada 100 mil habitantes como Alemania, país que cuenta con 25 mil camas disponibles para que los pacientes se recuperen, y todas integradas con un servicio de asistencia respiratoria.
Hasta US$60 milpuede costar un ventilador mecánico
Según dijo el embajador chileno en China,
Luis Schmidt, a La Tercera, los ventiladores mecánicos
tienen un valor que fluctúa entre los US$40 mil y US$60 mil cada uno. Y el nivel de escasez es tal que grandes productores como Drägerwerk de Alemania han cuadruplicado su producción en este último tiempo, o incluso grandes firmas internacionales dedicadas a otros rubros se han enfocado en la producción de ventiladores.
Un ejemplo es que -tras previa autorización del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump- los fabricantes de vehículos, General Motors, Ford y Tesla se encuentran confeccionando estos aparatos para aumentar la capacidad del país norteamericano. Lo mismo están haciendo empresas como Air Liquide, Valeo, PSA y Schneider Electric en Francia, y otras en diversos países del globo.
Surgen alternativas
Mientras, en Israel, un grupo de inventores ha propuesto una solución: un respirador de código abierto que cuesta menos de US$500 llamado AmboVent. El dispositivo -que se basa en componente simples y fáciles de encontrar, como motores de limpiaparabrisas- tiene una ventaja de precio sobre los modelos de gran escala. Y es que los ventiladores de alta gama hechos por empresas como Philips pueden costar casi 100 veces más.
Otras iniciativas similares para aumentar el acceso a respiradores incuyen el E-Vent del Instituto Tecnológico Massachusetts (MIT) y el Pandemic Ventilator Project. La necesidad es crucial: países como Liberia, Sudán del Sur y la República Centroafricana solo tienen unos pocos ventiladores. Somalia no tiene ninguno.
De todas formas, Eitan Eliram, un emprendedor tecnológico que lleva a cabo -junto a un equipo- el proyecto AmboVent aseguró que, aunque puede salvar vidas, "es un dispositivo de compasión de segunda opción. Este es un plan B para los hospitales, una vez que se hayan quedado sin máquinas de US$40 mil".
Los planos de AmboVent se han descargado 40 mil veces y alrededor de 300 equipos desde Alaska hasta Ucrania han mostrado interés, aseguró Eliram. Su agrupación se registró el pasado domingo como organización sin fines de lucro en Israel y esta semana comenzó una campaña de recolección de fondos para pagar a personas a tiempo completo.
La gran pregunta es si los reguladores aprobarán el dispositivo. En esa línea, el director ejecutivo de Philips, Frans van Hauten, expresó sus dudas: "Es difícil imaginar que todas estas iniciativas logran crear un ventilador de cuidados críticos aprobado por los reguladores y que sea seguro de usar", dijo.
El mercado chileno
En tanto, el mercado chileno de ventiladores mecánicos para hospitales, clínicas y centros de salud, según un reportaje de Ciper, está compuesto por un puñado de actores que apenas superan la decena.
La empresa que más le ha vendido ventiladores mecánicos al Estado es, por lejos, Comercial Kendall Chile, la que ha cerrado tratos por $11.600 millones. En total, le ha vendido al sistema público 839 ventiladores, el 58,5% de los respiradores comprados.
Comercial Kendall es la filiar en Chile de Covidien Group SARL, una empresa estadounidense comprada en 2015 por Medtronic, multinacional que se ha convertido en la comercializadora de dispositivos médicos más grande del mundo.
En el registro también aparecen otras empresas que han vendido ventiladores mecánicos al Estado, como Drager Chile Limitada, Mediplex, PV Equip y Andover Alianza Médica.
Además, en el país también han surgido iniciativas ante el posible déficit de ventiladores, como la lanzada hace algunos días por los ministerios de Ciencias y Economía: "Un respiro para Chile", donde se certificará al mejor prototipo de ventilación artificial y en donde están participando diversas universidades e instituciones nacionales.
