El mito de Ayrton Senna se inició a las 18:40 horas del 1 de mayo de 1994, cuando en el Hospital Maggiore de Bologna confirmaron su deceso. A 15 años de ese día, el accidente en Imola aún ofrece interrogantes.

Una de las primeras interrogantes en relación al accidente de Senna fue saber si el piloto murió en la pista o no. Finalmente, con los años ha quedado claro que falleció a las 18:40 horas en el Hospital Maggiore de Bologna, aunque el informe forense decía que tanto Senna como Ratzenberger habían perdido la vida en la pista.

La incógnita no es menor, ya que la legislación italiana prohíbe la realización de un evento deportivo en caso de un accidente fatal. Y si Ratzenberger hubiera muerto en la pista, como creen los fiscales, la carrera donde murió Senna nunca debió realizarse.

Pero los intereses de Bernie Ecclestone, el mandamás de la categoría hasta hoy, y la FIA eran demasiado grandes: había mucho dinero en juego. Lo más impresentable es que tras el choque de Senna, y cuando el delegado médico, Sid Watkins, tenía la certeza de que sus heridas eran mortales, la oficina de Ecclestone informó a las escuderías que Senna estaba bien y que se prepararan para relanzar la carrera.