El mundo de los deportivos en París está marcado por dos grandes fuerzas que se confrontan para el disfrute y éxtasis de los miles de visitantes del Mundial del Automóvil.
Una de las fuerzas proviene de Italia, que con presentaciones macizas de Ferrari, Maserati, Carga Alfa Romeo y Lamborghini (al margen de que esta marca pertenezca al grupo alemán Volkswagen) y su contraparte son las fuerzas alemanas, con Audi, Porsche, BMW y Mercedes-Benz como ejes de una presencia no menos poderosa.
Los italianos muestran al Ferrari P4/5, una creación de la mente y el corazón de Pininfarina. Con su tradicional tridente al frente está el Maserati Coupe Grand Sport, movido por un V8 de 400 caballos y con su estilo mucho más tradicional.
Al contrario, el nuevo Alfa Romeo 8C Competizione, aparece en su forma definitiva con un motor de 470 caballos y se convierte en la mejor noticia en este segmento del Salón de París.
Por su lado, la gente de Lamborghini presenta el LP 640 Versace, que va de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, y las fuerzas germanas alinean al Mercedes SLR 722 Edition, de 650 caballos y del que se producirán sólo 722 ejemplares; al Audi R8 Coupé, con motor de 420 CV y al Porsche 911 Targa 4S, de 355 CV y 288 km/h como máximo.