Las últimas tendencias del diseño automotor rescatan el pasado, pero con una mirada puesta en el futuro. El estilo retro y uso del blanco, especialmente en los interiores, marcan este año el Salón del Automóvil de París.
Las grandes marcas europeas presentan en la exposición inaugurada el jueves pasado mucha sensatez automovilística a través de vehículos prácticos, aunque también hay unos cuantos ejercicios de diseño que desprecian la practicidad y se aventuran en territorios ignotos para el placer de los espectadores.
Una de las características más destacadas en tales modelos es el retorno a los colores y a las formas de antaño. Pero con un matiz: esta retoma de ideas pasadas está ahora profundamente combinada con sistemas de propulsión alternativa y alta tecnología electrónica.
Citroën exhibe su estudio conceptual bautizado C-Métisse, propulsado por un conjunto híbrido compuesto por motores eléctricos y un motor diésel V6.
El modelo tiene una personalidad muy histriónica gracias a su larguísimo capó y particular forma en que se accede a él, compuertas que pivotan hacia arriba, como en algunos deportivos.
Otro auto carente de timidez es el Renault Nepta, un coupé de lujo de cuatro plazas, que igual que el C-Métisse tiene puertas de apertura vertical activadas eléctricamente, cuatro asientos individuales y un conjunto de dispositivos de iluminación de Valeo basado exclusivamente en diodos LED.
Un tercer ejemplo de brillante potencia estética es el Peugeot 908 RC, que opta por impresionar por la vía de lo elegante, pero siniestro. Casi gótico.
Por supuesto, todo ese aspecto tan agresivo se ve acompañado de un motor de primera línea. Se trata de un 5,5 V12 HDI con nada menos que 700 CV, que asimila una caja de cambios secuencial de seis velocidades.
Construido con un compuesto que mezcla aluminio y carbono, este sedán es capaz de lanzarse por encima de los 300 km/h.
Más de la mitad de los automóviles actualmente en circulación en países europeos suelen ser de un gris sencillo o de un plateado metálico. Uno de cada cuatro autos es negro.
El blanco se presenta en tanto en forma mucho más escasa actualmente. En Alemania, el país del mayor parque automotor del Viejo Continente, apenas el 2% de los automóviles particulares es blanco, seis veces menos que en 1980.
No obstante, el Salón de París muestra una inusitada gama de autos que emplean este color o variantes cercanas, especialmente en el interior. El caso más típico es el Peugeot 207 Epure.
“Hay un renacimiento del blanco como tendencia", dice el investigador del automóvil Ferdinand Dudenhoeffer.
La marca de lujo Maybach presenta, en este sentido, el epítome de esta tendencia con su limusina 57 S por primera vez en un esmalte de un blanco perlado que cambia según la incidencia de la luz. “Cumplimos de este modo el deseo de nuestros clientes por más individualidad aún”, explica el portavoz Stefan Diehl.