SANTIAGO.- Mucho se ha hablado de los cambios que están generando en las empresas las inquietudes de los llamados
"millennials", respecto su necesidad de equilibrar el tiempo que le dedican al
trabajo y a la vida personal.
Algo similar ocurre cuando se discute las iniciativas que pueden impulsar a las compañías para que
las mujeres puedan mantener sus carreras aún siendo madres o jefas de hogar.
Trabajar desde la casa o evaluar el desempeño en base a resultados -más que al tiempo que pasas en la oficina- parecen ser soluciones que apunta a un concepto:
flexibilidad laboral.
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Según explicó
Natalia Zuñiga,
vocera encargada de Marketing de Randstad Chile, "la legislación en Chile va pasos atrás respecto a los países a los que nos queremos parecer". La Ley no da los "suficientes espacios" para potenciar su implementación y que si bien se ha "avanzando a nivel conceptual, nos falta mucho" para llegar al nivel de los países más desarrollados".
Hay que "explorar otras medidas que potencien el trabajo a tiempo parcial (provisión de salas cunas y cursos de capacitación) y también, fiscalizar los trabajos a tiempo parcial existentes, de modo de mitigar o eliminar las características de precariedad que predominan en este tipo de empleos y hacerlos más atractivos", indicó Zúñiga.
Comentó que los beneficios de tener una estructura de trabajo enfocada a las metas y no a las horas laborales son "la disminución de los costos fijos, aumento en la productividad y eficiencia a través del trabajo temporal" para las empresas.
¿Trabajos sin horarios?
En referencia a normas jurídicas que flexibilicen este tema, se puede destacar aquella excepción del inciso segundo del artículo 22 del Código del Trabajo que señala que quedan excluidos de la limitación de jornada de trabajo las personas que presten servicios a distintos empleadores, tales como, gerentes, administradores y todos aquellos que trabajen sin fiscalización superior inmediata, entre otros.
Pero según el abogado laboral, Alberto Valdés. para el caso chileno, más que hablar de trabajos o tipos de trabajos a los que podría otorgarse más flexibilidad, "es más acertado" hablar de grados en la escala jerárquica de una empresa. Esto, porque "usualmente son los jefes" a quienes puede aplicarse ese artículo.
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La restricción, añadió Valdés, "dice relación con que el legislador considera que no tener una jornada de trabajo definida se presta para abusos. Por eso las excepciones son tan pocas y restringidas".
Por otro lado, "si existiera libertad para contratar sin fijar jornada laboral, la complejidad estaría en fijar las metas a cumplir para aquellos trabajos en que éstas no son tan evidentes y, por lo mismo, es más fácil fijar una determinada cantidad de horas diarias de trabajo", sostuvo.
Asimismo, el abogado aclaró que existen normas que limitan esto:
el artículo 10 del Código del ramo, el cual establece que una de las menciones que debe contener el contrato laboral es la duración y distribución de la jornada de trabajo; y el
artículo 22 del mismo Código que establece que la duración de la jornada ordinaria no puede exceder cuarenta y cinco horas semanas, con sus escasas excepciones.
Contexto para implementar flexibilidad laboral
De acuerdo a un estudio dado a conocer en enero por el World Economic Forum, Chile es el país con la tasa más alta de innovación en la fase temprana de emprendimiento en el mundo, superando incluso a las economías europeas más competitivas como Alemania, Suiza, Suecia, Finlandia o Noruega.
Además, según explicó Zúñiga, actualmente "podemos ver cómo las universidades están impulsando cada vez más la generación de nuevos negocios y potenciándolos a través de incubadoras".
Por esto, agregó que el país no está lejos de "dar la bienvenida a la economía concierto", en la cual la fuerza laboral se mueve de una organización a otra prestando sus servicios o asesorías. Los empleadores en tanto, "han amparado el nacimiento de un nuevo tipo de empleado, aquel con el deseo de mantener un óptimo equilibrio entre el trabajo y la vida personal", afirmó la experta.
En ese sentido, Valdés afirmó que para poder implementar un sistema que flexibilice la jornada laboral "bastaría" con modificar el inciso segundo del artículo 22 del Código del Trabajo, haciendo extensiva su aplicación a más tipos de labores o profesiones que las que actualmente contiene.