La mejor acción de este año, queridos centauros, es: De-te-ner-se. Sí, respiren, estiren sus patas, suelten su arco y reposen bajo algún árbol. Primero para integrar lo vivido en el ciclo anterior -¡vaya tiempo!-, después para olfatear hacia dónde seguir y luego para asumir que atravesarán un par de años (hasta 2017) de gran crecimiento, capacidad de logro, templanza y reencuentro con su alma, lo cual los hará encontrar verdades y sentirse más a gusto con quienes son.

Los fuertes galopes quedarán restringidos, sólo podrán usarlos para ir a la naturaleza, compartir con los cercanos, pedir ayuda y conocer más de sí mismos; pero nada de andar acelerados ni dispersos. 2016 tiene valiosos galardones si deciden concentrarse, actuar con más objetividad, entrar en silencio antes que en chismes o críticas y desarrollar disciplina. ¿Les suena aburrido? Bueno, un poco, no vamos a mentir; pero a cambio ganarán firmeza, dejarán de construir castillos en el aire y de desperdiciar energía. Este año es minimalista y en cámara lenta. Prueben, terminará gustándoles y verán su pelaje relucir.

Todas las terapias y estudios prácticos son bienvenidos, más aún si la intención es crecer y tener más herramientas emocionales. Porque una de las tareas 2016 es soltar sus dogmas; todas sus creencias pasarán por revisión y limpieza, comprobarán –con dolor y alegría- todo lo que no les sirve, que ya fue, y cómo pueden haber estado presos de ciertos juicios. Obtendrán liberación, vitalidad y una comprensión más completa de cómo se mueve la vida

Aprovechen oportunidades o contactos del primer semestre y mediados de año porque podrán enseñar, aprender, ampliarse; también hacer algún movimiento o viaje significativo. Su simpatía abrirá más puertas que su conocimiento o trayectoria, recuérdenlo. Por lo mismo, sean cordiales y cautelosos con autoridades, leyes, ordenanzas; no es momento de bromear o saltarse la fila. Vivirán muchas sorpresas que renovarán su visión y forma de relacionarse.