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Fuego amigo, amenazas de inconstitucional y precarización: El áspero debate sobre rebajar la jornada laboral

La discusión en torno a los proyectos del Gobierno y de Camila Vallejo, ha seguido estando en la primera línea de la discusión pública. Por ahora, está lejos de apagarse.

18 de Agosto de 2019 | 08:04 | Por Alfonso González, Emol
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Imagen referencial.

El Mercurio.
Pocas veces pasa que una iniciativa capta la atención de una gran parte de la sociedad. Es que el debate sobre la reducción de la jornada laboral de las actuales 45 horas, ha generado diversas posturas desde el Gobierno, parlamentarios, economistas, empresarios, pymes, y de la propia opinión pública, que se ha manifestado en diversas encuestas.

Desde que la presidenta de la comisión de Trabajo de la Cámara Baja, Gael Yeomans (Convergencia Social), entregara su respaldo al proyecto de la diputada Camila Vallejo, que busca rebajar de 45 a 40 horas la jornada laboral a la semana, y su posterior aprobación en general en la misma instancia el pasado 24 de julio, la discusión no se apagó más.

Hasta ese momento, el Gobierno se mantenía tranquilo, luego que en mayo pasado presentara un proyecto -que es parte de una serie de iniciativas que conforman la reforma laboral- que proponía pactar, alternativamente, a la jornada ordinaria de 45 horas semanales, una de 180 horas mensuales, y que podía ser distribuida de manera flexible entre el empleador y el trabajador.

Sin embargo, el avance del proyecto de Camila Vallejo generó la incomodidad del Ejecutivo, que veía cómo su propuesta cedía terreno, como lo mostraban diversas mediciones de opinión pública.

La batalla comunicacional

Desde ese momento se comenzó a librar una lucha comunicacional para instalarse positivamente entre las personas, con apariciones en diferentes medios de comunicaciones, siendo los matinales verdaderos caballos de batalla.

Algunos análisis indicaban que Vallejo le había convertido un "gol de mitad de cancha", no obstante, la lectura al interior del Gobierno es que fue más un autogol, porque, según aseguran, su proyecto es ampliamente superior y más completo que el de la parlamentaria.

Es por ello que la defensa se centró en marcar la gran diferencia entre ambos proyectos: la flexibilidad. Además, el propio Presidente Sebastián Piñera, en entrevista con EmolTV enfatizaba que la iniciativa parlamentaria era inscontitucional, y que en caso de que siguiera avanzando en el Congreso, acudirán al Tribunal Constitucional.

Desde la otra vereda, el tema de la flexibilidad ha sido el punto para atacar la iniciativa gubernamental, especialmente desde el PC, el Frente Amplio y también desde la CUT, por considerar que este aspecto podría precarizar el empleo.

La sorpresiva indicación

Fue el pasado jueves 8 de agosto que el ministro del Trabajo Nicolás Monckeberg llegó hasta el Palacio presidencial para realizar un anuncio, el que incluso sorprendió a varios parlamentarios del oficialismo.

"El promedio de 41 horas será la nueva jornada ordinaria, gradual y con especial preocupación por las pequeñas y medianas empresas", comentó esa tarde, y enfatizó que a diferencia del proyecto de la oposición, contiene "flexibilidad" y "gradualidad".
Si bien el Gobierno salió a defender la iniciativa, fue el mismo "fuego amigo" el que generó incomodidad, y la lectura que habían entre algunos parlamentarios es que el Presidente estaba actuando como resultado de lo que indicaban las encuestas.

De hecho, esta semana fueron varios los diputados que públicamente se mostraron en desacuerdo con la reducción de hora. Si bien algunos matizaron, sí dejaron en claro que en caso de hacerlo, se debe buscar la mayor gradualidad que se pueda, para no generar perjuicio en el empleo y la economía del país.

Las cifras del Gobierno a la mesa

Justo en esta semana en que los empresarios salieron a criticar al Gobierno por no presentar los estudios de impacto que generaría su propuesta de reducir a 41 horas en promedio las horas de la jornada laboral a la semana, el Ejecutivo puso cifras sobre la mesa y no sólo para analizar su propio proyecto, sino que también para cuantificar los efectos negativos del proyecto de las "40 horas".

Entre esos aspectos, un documento del Ministerio del Trabajo expuso que la mayor flexibilidad laboral generará un aumento del 17,8% en la productividad de los trabajadores y permitiría mantener un crecimiento del PIB en torno al 3,8%. También aumentará en 340 mil los empleos asalariados. Todo con una gradualidad de 8 años. Mientras que sobre la iniciativa de Vallejo, otro estudio, pero de Hacienda, advertía una pérdida de empleo de hasta 303 mil puestos de trabajo de reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas sin flexibilidad ni gradualidad.

Por su parte, la diputada Vallejo ha asegurado que su propuesta supone la ganancia de cerca de 350 mil empleos .

Por ahora, en el Gobierno están pronto a enviar la indicación que busca reducir de 45 a 41 horas el régimen laboral, pero antes, advierten, lo van a socializar de forma clara en todo el bloque oficialista para evitar sufrir del "fuego amigo".
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