La firma estadounidense presentó en San Pedro de Atacama su nuevo todoterreno compacto, el mismo con el que busca expandirse por Europa. Llega con un atrevido diseño y el mismo motor (2,4 litros) del Dodge Caliber. Cuesta $11.990.000.

Alejandro Manríquez Herrera
Enviado especial

SAN PEDRO DE ATACAMA.- Son las 9:15 horas y el sol ya abrasa con dureza. En medio de las estrechas calles del pueblo -rodeadas de murallones terracota, hosterías, restaurantes, agencias de turismo y uno que otro tamarugal- pasa nuestra caravana de cuatro llamativos Jeep Compass.

Este modelo -recientemente lanzado en Europa y Estados Unidos- pisa por primera vez territorio nacional aquí, en este oasis desértico, con un objetivo preciso: hacer gala de sus cualidades en todos los terrenos a transitar.

Para cumplir con esa expectativa, salimos desde San Pedro y enfilamos hacia el norte rumbo a las Termas de Puritama, emplazadas a 30 km del poblado. Durante el recorrido probamos múltiples superficies: asfalto, tierra, calamina (mucha calamina), rocas, ripio, arena e incluso agua...

Sí, agua, pues en una improvisada ruta offroad cruzamos el escaso cauce del río Purifica.
Un tipo estable
Durante todo el trayecto, el Compass demostró no sólo su impecable capacidad 4x4, propia de la genética Jeep, sino también sus adelantos en sistemas de estabilidad.

El Jeep Compass dispone de Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) de tres etapas (controlable por el conductor), Mitigación Electrónica del Balanceo (ERM) y sistema ABS con detección de terrenos en mal estado, por nombrar sólo algunos de sus dispositivos.

Quizás la superficie más exigente de la ruta fue la del interior del recinto de Puritama. Sobre todo el descenso hacia las termas por un irregular y angosto camino rocoso, donde el vehículo demostró las virtudes de su transmisión 4x4 y de su suspensión independiente.

Ese espíritu todoterreno también se trasunta a su diseño atrevido y juvenil, uno de sus puntos altos. El concepto del vehículo ya se aprecia en el logo del nombre del vehículo con clara alusión a las brújulas, la aventura y la exploración.
Dentro de sus líneas de diseño destaca el parabrisas inclinado, su capó expresivo, la baja distancia al suelo y un profundo panel frontal. A esto se suman llantas de aluminio cromado de 17" que, de acuerdo con los ejecutivos de Jeep, simbolizan la doble naturaleza del Compass: eficacia todoterreno y sofisticación en el tránsito por carretera.

La carrocería nos recuerda mucho al Dodge Caliber, quizás porque ambos nuevos modelos forman parte de la avanzada del grupo Chrysler (dueña de Jeep, Dodge y Chrysler) en el continente europeo.

Pese a su imagen moderna, el modelo conserva rasgos propios del ADN Jeep: parrilla de siete ranuras, focos redondos y eficaces neblineros.
Dentro del vehículo destaca el espacio para los pasajeros, sobre todo los traseros, que pueden reclinar sus butacas hasta 12 grados para mayor comodidad.
El asiento del copiloto, en tanto, puede abatirse para crear una superficie que sirve de mesa.

Otros asuntos a destacar, por ejemplo, son un reposabrazos central desplazable que se adapta a los conductores de menor o mayor estatura y un compartimiento especial para el celular o reproductor mp3. También dispone de una luz autorrecargable en el techo del maletero que se puede sacar y utilizar como linterna. Cuenta además con toma de corriente de 12 voltios para cargar aparatos electrónicos y trae, opcional, un equipo de audio Boston Acoustics con dos parlantes en la maleta, que al abrirla se pueden girar para escuchar música en el exterior.
En cuanto a su mecánica, el Compass incorpora el motor World Engine 2.4 con 174 cv de potencia y tecnología Doble VVT, es decir, con árboles de levas de admisión y escape de fase variable, el mismo que usa el Dodge Caliber.

De acuerdo con Nicholas Parkes, gerente general de Comercial Chrysler, el Compass competirá con modelos como el Honda CRV o el Toyota RAV-4 y tendrá una proyección de ventas de 600 unidades.
Se comercializará a un precio de $11.990.000.